Los elocuentes intérpretes de la Orquesta Barroca de Sevilla actuarán este viernes en Madrid. Foto: Marta Morera.

La Orquesta Barroca de Sevilla fue creada en 1995 por Barry Sargent y Ventura Rico. Este último continúa siendo su contrabajo titular y uno de sus principales valedores. La agrupación ha tenido que lidiar con situaciones muy difíciles que han estado a punto de determinar su desaparición hace tan sólo un par de años. Menos mal que goza del apoyo de un importante número de fieles que sufragan parte de sus gastos y que algunas instituciones la han terminado protegiendo, como Caja Sol. Posee un repertorio amplísimo y se ha hecho merecedora de galardones tan importantes como el Premio Manuel de Falla y el Premio Nacional de Música en 2011. La han dirigido especialistas de la talla de Gustav Leonhardt, Rinaldo Alessandrini, Christophe Rousset, Jordi Savall, Sigiswald Kuijken, Harry Christophers, Diego Fassolis, Andreas Spering, Eduardo López Banzo y, singularmente, Enrico Onofri y Christophe Coin. Es con éste con quien van a realizar una pequeña gira, que patrocina el CNDM, que la ha llevado al Auditorio Hospedería Fonseca de Salamanca y que la traslada este viernes (28) al Auditorio Nacional de Madrid y mañana (29) a su sede sevillana. Allí Coin va a dar una clase magistral de violonchelo barroco.



Tempestad y empuje

Lo más relevante de esta minigira es que en atriles figura un interesantísimo programa que se acoge al título general de Sturm und Drang (Tempestad y Empuje), en el 300 aniversario de Carl Philipp Emanuel Bach. Una base de actuación excelente que permitirá un acercamiento a este período tan crucial de la historia de la música, antesala del romanticismo. El título es el de la obra del dramaturgo alemán Maximiliano Klinger (1752-1831) y a él se atienen algunas de las mejores sinfonías de Haydn. Que no habrían existido sin la figura de este notable hijo de Juan Sebastián. Cada nueva cala que realizamos en sus pentagramas nos causa admiración por su magnífica factura y su estimulante desarrollo, siempre mirando al futuro, llevando más allá los logros de su genial padre, al que él y sus hermanos tachaban de carca... Esa sensación se acentúa cuando nos encontramos con intérpretes elocuentes, como son los componentes de la Barroca Sevillana, que estarán acuciados por el nervioso estilo de Coin. Además de los Conciertos para chelo Wq 171/H 436, de 1750, y 172/H 439, de 1753, de Carl Philipp (que tocará por supuesto el director), se incluyen la Obertura del oratorio Il Tobia, de 1752, de García Fajer, el Concierto para violín n° 4 de Facco, de 1716, y la Sinfonía en fa menor Brown Fm 12 de Carlos Ordóñez.