Blue Note

Jason Moran se descubrió afuera junto a jazzistas nobles como Steve Coleman o la cantante Cassandra Wilson, que vieron en él un talento y una expresión pianística tan especiales como la que hoy le puede ver el gran Charles Lloyd, valedor de otro genio del teclado, Keith Jarrett. Estamos ante un intérprete mayúsculo, que en este homenaje a la música lúdica de Fats Waller nos presenta elaboraciones nuevas de un repertorio clásico: Honeysuckle Rose, Jitterbug Waltz o Ain't Misbehabin. El joven pianista se reparte entre el teclado del Wurlitzer y el Fender Rhodes, reivindicando el sonido organístico tan olvidado en nuestro jazz desde que nos abandonase Lou Bennett. Le acompañan sus braceros habituales, el contrabajista Tarus Mateen y el baterista Nasheet Waits, a los que suma la trompeta de Leron Thomas y el trombón de Josh Roseman. Y para que la fiesta sea completa e invite al baile, Moran incorpora también una colección de voces liderada por Meshell Ndegeocello. Disco divertido... e inteligente.