Margot Fonteyn y Rudolf Nureyev en la adaptación de Romeo y Julieta de Kenneth McMillan
Los bailarines Laura Morera y Ricardo Cervera han presentado la temporada del ballet de la Royal Opera House. Arranca con Romeo y Julieta desde Covent Garden y con retransmisión en directo en diversas salas de cine españolas
Tanto Morera como Cervera empezaron en el mundo del ballet clásico desde pequeños hasta llegar a Londres. Desde entonces su trayectoria ha ido en ascenso pero el trabajo y la disciplina son dos de los ingredientes esenciales para una carrera de éxito. "Tenemos la suerte de permanecer en la misma compañía ya que hemos abarcado toda la experiencia en ella y nos han ofrecido muchas oportunidades", explica Cervera. "No te das cuenta de lo conseguido", comenta la bailarina y añade que lo más importante es saber que puede seguir creciendo artísticamente en una de las mejores compañías del mundo.
Y uno de los rasgos principales de la compañía es hacer el ballet clásico accesible y para el disfrute de todo tipo de público. "Todas las representaciones tienen una orquesta en directo, nosotros creemos que es lo normal pero no siempre pasa así", apunta Morera. De hecho, cuenta que ellos son quienes dan la cara el día del espectáculo pero "cada detalle tiene a diez personas detrás". Se trata de una compañía meticulosa y cuidadosa en sus producciones que pone el foco en el acabado final, en la perfección. Además, "la Royal aporta dramatismo a todas sus funciones, incluso a El Cascanueces, El lago de los cisnes, Romeo y Julieta... lo cual resulta interesante al público", anota la bailarina.
Para ella, lo que la compañía para la que baila ha hecho para el ballet es comparable a lo que el Circo del sol ha hecho para el circo. "Espero que alguna de nuestras producciones cambie la mentalidad de la gente acerca de lo que es el ballet", amplía. Una disciplina "sin tradición en España", apunta Ricardo Cervera. El bailarín, opina, que en su momento la única posibilidad era salir al extranjero para poder tener una oportunidad y "hoy en día la situación es parecida, no hay muchas opciones, ni ayudas, ni facilidades", concluye.
Quizá, opina, el flamenco se ha llevado todo el mérito dentro de los escenarios y del mundo del baile. "El flamenco tiene más salida y a lo mejor ha abarcado esa zona cultural de danza y el ballet clásico es como el primo pobre", explica. Además, "no se pueden comparar ambos países", dice Morera. "El ballet clásico ayudó durante la guerra, se convirtió en algo importante en Inglaterra y aquí todavía no".
Hace muchos años que ellos decidieron salir de España y apostar por su carrera en Londres. "Lo complicado es encontrar el sitio adecuado para cada bailarín. Dependiendo de las cualidades y aptitudes de cada uno encajan en una u otra compañía", anota el solista Ricardo Cervera. "Creo que aún hoy hay que salir porque no hemos podido fundar nada en España", se lamenta Marta Morera. A pesar del talento que hay en el país: "todas las compañías de nivel -cuenta Cervera- tienen a algún español".
- ¿Cómo llegaron hasta Londres?
- Laura Morera: Mi padre siempre ha sido de música clásica, de ópera. Crecí escuchando esto y alo mejor me ayudó un poco. Empecé a los 4 años pero el momento en el que realmente supe que quería hacerlo ya a los 9. Pasaba muchas horas estudiando ballet clásico en África Guzmán. Pero la decisión de irme al internado del Royal Ballet fue a los 11 años. Para mí realmente fue el momento y saber de quedarme en Londres fue cinco meses más tarde cuando vi a la compañía y supe que no teníamos nada así en España y que si quería ser bailarina profesional tenía que irme.
- Ricardo Cervera: Yo empecé en mi ciudad con seis años y tampoco ha habido tradición de ballet clásico. Mi hermana mayor siempre quiso hacer ballet pero cuando era pequeña no había ninguna academia. Ella me buscó una academia y la que me llevó. Empecé y desde el principio me lo tomé en serio. Mis profesoras, que son británicas, tenían una trayectoria planificada para mí. A partir de los 11 me llevaban a Londres a formar parte de competiciones porque querían que mi nombre sonara a la gente. A los 16 fui a hacer un curso de verano y me ofrecieron una beca para entrar en la escuela.
De modo que, inaugurada la programación de ballet de la temporada 2015-2016, Romeo y Julieta tomará las pantallas de los cines en una representación cercana y personal. "Kenneth McMillan era un loco de las películas, le encantaba el cine y es debido a esta pasión lo que hace que sus producciones funcionen tan bien en pantalla grande", ha dicho su viuda, Lady McMillan.
@scamarzana