Cuando vio la película Los largos adioses, de la ucraniana Kira Murátova, el cineasta venezolano-español Andrés Duque se quedó fascinado con la banda sonora, que firmaba un tal Oleg Karavaichuk (Kiev, 1927). Años después, vio un vídeo en YouTube de un pianista tocando maravillosamente con una bolsa de papel en la cabeza y que resultó ser el mismo músico. Desde entonces se obsesionó con él, un pianista y compositor excéntrico y huraño, que de niño maravilló a Stalin y que años después fue censurado hasta la década de 1980. Ha compuesto la banda sonora de decenas de películas y hoy tiene el privilegio de ser la única persona autorizada a tocar el piano imperial que perteneció a los zares y que se conserva en el Museo del Hermitage de Moscú.
Duque consiguió contactar con él y, tras dos años de cortejo, logró ganarse su confianza para poder realizar un documental sobre su figura. El resultado es Oleg y las raras artes, que acaba de ser presentado en el Festival Punto de Vista de Pamplona. El pianista ha viajado por segunda vez a España por este motivo -la primera fue hace un par de años durante el rodaje del documental- y también para ensayar un espectáculo de improvisación junto al bailarín y coreógrafo español Javier Martín que se estrenará en abril en Rusia y en nuestro país y que lleva por título Symptoma.
El encuentro entre Javier Martín y Oleg Karavaichuk se ha venido cultivando desde hace un tiempo, desde 2012, cuando el mismo cineasta Andrés Duque empezaba a trabajar en el rodaje de esta película documental que ahora se estrena en Pamplona. Al ver bailar en directo a Javier Martín, Andrés Duque le recomendó la música de Oleg Karavaichuk. Para Javier esta sugerencia fue tan acertada que la empleó en sus últimas dos piezas, actualmente en gira: Antiedipo y Control. Desde San Petersburgo, Oleg vio algunos vídeos de Javier y se interesó también por su trabajo. Así fue cómo se construyó el primer encuentro y cómo ambos artistas acordaron verse para descubrir qué podrían hacer juntos. Desde sus primeros ensayos realizados en agosto de 2015 en San Petersburgo, Pamplona se convierte ahora en el segundo destino para acabar de dar forma a Symptoma.