Bob Dylan

El tesoro del músico norteamericano incluye letras, poemas y toda clase de objetos, muchos de ellos nunca vistos antes, acumulados durante sus 55 años de carrera.

Bob Dylan ha vendido su archivo personal de notas, letras, poemas, dibujos y fotografías a la Fundación George Kaiser de la Universidad de Tulsa en Oklahoma, donde estará disponible para alumnos y para comisarios que quieran realizar exposiciones públicas.



Los más de 6000 objetos adquiridos por la institución abarcan todo el espectro de los 55 años de carrera de Dylan y muchos de ellos nunca se han mostrado al público. La colección también incluye grabaciones de todo el catálogo musical del autor de Blowin' in the Wind así como cientos de horas de video. La Fundación y la Universidad no han informado del coste de la transacción pero el New York Times afirma que la cifra estaría entre los 15 y los 20 millones de dólares.



La Universidad de Tulsa es la sede del museo dedicado al cantante de folk Woody Guthrie, una de las primeras influencias del cantante. "Estoy contento porque mis archivos, coleccionados durante tantos años, hayan encontrado al final su casa y vayan a convivir con el trabajo de Woody Guthrie... Para mí es algo lógico y un gran honor", ha manifestado Dylan.



A pesar de haber sido destacado como "la voz de una generación" por su influyente música de los años 60 y 70, Dylan, que en la actualidad tiene 74 años, ha mantenido la mayor parte de su archivo lejos de la luz pública. Por este motivo, cuando alguno de sus objetos ha sido subastado siempre se han alcanzado altas cifras de venta. Por ejemplo, una copia manuscrita de la canción Like a Rolling Stone, que cambió de manos por 2 millones de dólares en una subasta en Nueva York en 2014. O la guitarra eléctrica con la que actuó en el Festival de Folk de Newport en 1965, que alcanzo el millón de dólares en 2013.



Los archivos que ya pertenecen a la Universidad de Tulsa incluyen dos cuadernos de notas con letras de 1975 para el disco Blood on the Tracks, y letras escritas a mano para la canción Chimes of Freedom (1965) en un cuaderno de hotel con quemaduras de cigarros. También hay correspondencia entre Dylan y el poeta beat Allen Ginsberg.