LCD Sound System arrasan en la primera noche del Primavera Sound
LCD Sound System
La leyenda de la banda se compone de solo tres álbumes oficiales y un montón de hits y Vince Staples eofrece un contundente y enloquecido show como si estuviera poseído por el demonio
La leyenda de LCD Soundsystem se compone de solo tres álbumes oficiales y un montón de hits como I Can Change, Losing My Edge o All My Friends que sonaron como himnos en un espectáculo audiovisual que recordaba a las esculturas audiovisuales de Nam June Paik. Pocas veces, o nunca, el espíritu de rock de vanguardia de Sonic Youth se junta felizmente con la electrónica o incluso el house y el techno. Dicen que publican nuevo disco y será un acontecimiento. Por cierto, también esperamos noticias de su famoso proyecto con el cineasta francés Jacques Audiard, puede ser épico.
Kevin Parker y sus Tame Impala ya actuaron en el Primavera Sound hace un par de años y desde entonces han cambiado dos cosas. Una, han sacado un nuevo disco, el espléndido Currents, y otra, Kevin Parker está más contento. Si entonces tenía una cara de mustio que daban ganas de subir al escenario a darle un abrazo (Parker, tan sensible y sentido, es un hombre muy abrazable) ahora todo es alegría, sonrisas y canciones una detrás de la otra en la que nos cuenta que ha cambiado (Yes I am Changing), que uno tiene que mirar para adelante (Let it Happen) o que "sé que voy a ser feliz" en Eventually. Andaba Parker todo sonrisas y psicodelia happy cantando precisamente Eventually cuando se fue el sonido y parte del público. Pero era una noche para estar contento y los australianos volvieron para rematar su concierto.
Sobre Air hay que decir una cosa, no se sabe muy bien si es que se les ha acabado la inspiración y después de dos obras maestras como Moon Safari (1998) y 10000 Hz Legend (2001) no se les ocurren nuevos temas (o muy pocos) o qué demonios pasa pero ayer dieron un concierto memorable visualmente sobrio y musicalmente ampuloso en el que sonaron a gloria celestial. Muy elegantes y comedidos ambos, Nicolas Godin y Jean Benoit Dunckel tocaron todos sus clásicos sumergiéndonos en un universo elástico y profundo en el que el pop electrónico parecía caminar hacia nuevas cotas.
El rapero de Los Angeles Vince Staples es la nueva sensación del hip hop y no es por casualidad. Contundente y enloquecido como si estuviera poseído por el demonio, el artista presentó un show magistral en el que logró en directo transmitir la misma sensación de calle, peligro, deseo y ciudad que transmite su EP y su debut. Viendo y escuchando a Staples contar sus crónicas urbanas de "nigga" en Los Angeles (la policía, las facturas sin pagar, la pobreza y las drogas) uno podía cerrar los ojos e imagianrse que estaba en el mismo barrio de Long Beach en el que han nacido sus canciones. Claro que si uno cierra los ojos se pierde a un showman de campeonato cuyo baile frenético era sencillamente lo más moderno que se pueda imaginar. Canciones como Lift me Up o 65 Degrees comienzan a tener áurea de clásicos.
El proyecto de Sam Shepherd Floating Points es el clásico que encanta a los críticos. El DJ acaba de presentar Elaenia, un disco en el que fusiona jazz con electrónica y rock y en directo estaba acompañado por una banda de virtuosos. Suenan parecidos a Tortoise y aunque la calidad de los músicos era indiscutible así como el buen gusto, daba la impresión de que a lo has escuchado antes. El productor y DJ escocés Hudson Mohawke es un chaval de 30 años con un talento impresionante y su DJ set de electrónica cerró el festival por todo lo alto.