Àlex Rigola
La Comunidad de Madrid habría entablado las negociaciones con el director barcelonés que tendría que confirmar en los próximos días si acepta el reto de dirigir su principal escenario en sustitución de Albert Boadella.
Nacido en 1968 en Barcelona, Rigola es licenciado en Interpretación por la Escuela Superior de Arte Dramático de Barcelona y, aunque comenzó como actor, ya en 1996 puso en escena su primera obra como director, la adaptación de Camí de Wolokolamsk, de Heiner Müller. El éxito le llegó adaptando el Tito Andrónico de Shakespeare con su compañía Kronos Teatre, que le sirvió para ser nombrado en 2003 director del Teatre Lluire de Barcelona, lo que es la base de su prestigio profesional.
También ha reelaborado otros clásicos como La gata sobre el tejado de Zinc de Tenesse Williams o Las Troyanas del dramaturgo griego Eurípides, y en 2007 debutó en la ópera con El holandés errante, obra que representó en el Liceo de Barcelona. De destacar es también el montaje de la monumental novela 2666 de Roberto Bolaño, que Rigola convirtió en un espectáculo de más de cinco horas y le valió conseguir el Premio Max en 2009. Recientemente ha presentado una de sus obras más relevantes: El Público, de Federico García Lorca, que se estrenó en el Teatro de la Abadía de Madrid y tuvo muy buena acogida por parte del público.
En la actualidad Rigola se desempeña como director de la Bienal de Teatro de Venecia, cargo al que accedió en 2010 y que expira este verano luego de haber renovado un año extra. En el escenario véneto ha reunido a gurús de la talla de Korsunovas, Ostermeier o Castellucci en unos talleres que, como reconocía en una entrevista a El Cultural, le han dejado ssatisfecho: "No quería reproducir el modelo de otro festival, sino hacer algo específico, adaptado a la idiosincrasia de una ciudad en la que casi todo el mundo está de paso. La idea era que grandes figuras organizasen talleres en los que sus participantes, casi todos profesionales jóvenes, pudieran absorber su magisterio. De esos laboratorios han salido algunos espectáculos y muchas conexiones. Todo en un ambiente muy cosmopolita, en una auténtica Babel escénica". El haber cumplido un objetivo es otro motivo más para pensar en que el director se encuentre en busca de nuevos retos.
Como podría ser el de sustituir a otro catalán, Albert Boadella, que tras ocho años al frente de la nave, dijo adiós en junio a los Teatros de Canal, un espacio que dirigió desde su fundación. En su despedida, Boadella manifestó que en estos ocho años que ha estado al frente lo ha pasado muy bien, rodeado de un equipo de profesionales con el que ha trabajado muy cómodo, "como si hubiera estado con Joglars", pues en contra de lo que creyó en un inicio, los políticos no se han inmiscuido en su labor. Además dejó un recado a su sucesor, entonces desconocido, "Espero que mi sucesora o sucesor siga en esa línea, es decir, que el criterio artístico predomine por encima de todo. Tendrá que vigilar que el presupuesto y la estructura económica funcione según lo acordado y lograr que los políticos tengan claro que no tienen que ser los programadores".
Cuando sea oficial, el nombramiento del director de los Teatros del Canal se unirá al anuncio de hace pocas semanas cuando la Comunidad renovó también el puesto de director del Festival de Otoño a Primavera en la figura de Carlos Aladro, al igual que Rigola, un clásico colaborador de La Abadía.