La nueva directora del Teatro Español, Carme Portaceli
La palabra "paritario" es la que más repite Carme Portaceli cuando habla de su nuevo proyecto para el Teatro Español. Su argumento para anclar ese concepto como eje básico de la programación es sencillo y directo: "Nosotros debemos ser un espejo de la realidad y en la realidad hay mujeres y hombres". Queda claro, ¿no? La nueva directora del coliseo de la Plaza de Santa Ana ha enunciado esta mañana las vigas maestras que lo sostendrán a partir de enero, mes en el que ya se podrán ver las producciones de esta nueva etapa.No ha querido entrar en detalles sobre títulos y autores. Dice simplemente que se esforzará por estar a la altura de un teatro inaugurado en 1583. "Nos dirigimos a una sociedad diversa y debemos hacernos eco de esa diversidad, romper todas la barreras que nos separan del público", ha apuntado Portaceli, licenciada en Historia del Arte por la Universidad de Barcelona y directora de alrededor de una sesentena de obras a lo largo de su carrera, entre las que destacan sus versiones de Esplendor de Abi Morgan, La rosa tatuada de Tennessee Williams, Solo son mujeres de Carmen Domingo, El President de Thomas Bernhard y Krum de d'Hanoch Levin.
La otra palabra que repite como un mantra es "hospitalidad". Referida, ha advertido, "a las obras que programaremos, los artistas que acogeremos, y en todas las cuestiones que interesen a los ciudadanos, tanto al público que ya tenemos como al que no lo es". En la defensa de su propuesta ha invocado a Lorca y su "teatro para la gente". Y al texto dramático, origen primordial de cada montaje. Promete que equilibrará las obras de repertorio con las contemporáneas. En el primer territorio asegura que saldará algunas deudas contraídas por instituciones como el Centro Dramático Nacional, que en el año del centenario de Buero Vallejo no ha incluido ni un solo montaje a partir de su dramaturgia. Con la segunda pretende cargar la mochila del espectador de reflexiones y cuestiones sobre el mundo contemporáneo.
Esa pretensión parece la primordial en los planes de Mateo Feijóo, que ejercerá como 'capitán' de una candidatura colegiada que también engloba a la periodista Almudena Ávalos y María José Manzaneque. "Se trata de crear un espacio de innovación, búsqueda y confluencia de creadores y la sociedad", ha señalado Feijóo, que sentía tener una deuda pendiente desde que se desvinculó de Escena Contemporánea, festival que dirigió entre 2004 y 2008. En la confluencia a la que alude el cuerpo ejerce como epicentro. Y en torno a él amalgamaran, ha advertido, el pensamiento político, la arquitectura, la ciencia, la danza, la performance... Artes escénicas híbridas en las que, ha dejado claro, el texto será sólo una parte más, postulado que contrasta con el del Teatro Español en la era Portaceli.
Con este planteamiento híbrido, Feijóo aspira a acuñar una marca para las producciones de las Naves del Español. Algo, ha dicho, muy complicado de conseguir en España, "donde las programaciones de los teatros suelen ser un cajón de desastre". A partir de esa marca reconocible busca la internacionalización de la producción escénica del espacio madrileño, que, según ha revelado, se mirará a partir de ahora mucho en el modelo periférico e integrador de Le Centquatre de París.
Por su parte, la delegada de Cultura y Deportes, Celia Mayer, ha declarado que "con estas dos nuevas direcciones no sólo abrimos una época muy ilusionante y abierta a toda la ciudadanía para los espacios escénicos municipales". Y respecto al proceso judicial pendiente promovido por el anterior responsable de ambos espacios, Juan Carlos Pérez de la Fuente, ha indicado que tienen bastantes garantías legales de que no prosperará, por lo que nuevos nombramientos no se verían alterados. Habrá que ver que determinan los tribunales.
@albertoojeda77