Al Jarreau. Foto: Joe Gordon

El músico estadounidense, cuyo gran éxito fue la canción Luz de luna, fallece justo después de anunciar su retirada de los escenarios a sus 76 años tras 26 discos publicados.

La inimitable y maleable voz de Al Jarreau se ha apagado para siempre. El cantante de jazz, que alcanzó el éxito a raíz de la banda sonora de la serie televisiva Luz de luna, ha fallecido este domingo a los 76 años de edad en un hospital de Los Ángeles donde había sido internado por una pulmonía, días después de anunciar su retirada de los escenarios y tras ser hospitalizado por fatiga. En su carrera, Jarreau fue tan versátil que se erigió en el único artista en la historia de los Premios Grammy capaz de ganar en tres estilos diferentes: pop, jazz y rhythm & blues.



De nombre completo Alwin López Jarreau, nació en Milwaukee, Wisconsin, en 1940. Perteneciente a una familia religiosa, que desconfiaba del mundillo del jazz, Jarreau comenzó su carrera de manera tardía. Cuando decidió dedicarse profesionalmente a la música, ya tenía cerca de treinta años. Y no daba el tipo de cantante de jazz. Había estudiado la obra de Lambert, Hendricks & Ross, vocalistas surgidos tras la eclosión del be-bop, que usaban imaginativamente el scat y el vocalese. Aunque amaba a Ella Fitzgerald y Anita O'Day, generacionalmente pertenecía a la oleada del soul. Simpatizaba igualmente con los instrumentistas electrificados, que estaban definiendo la nueva categoría del jazz fusion.



A finales de los sesenta Jarreau ya había decidido dedicarse en cuerpo y alma al jazz. Ya habitual de los locales nocturnos de Los Ángeles, Warner Bros se fijó en su talento y carisma en 1975, y fue por esas fechas, a mediados de la década, cuando su nombre empezó a circular por las listas de ventas gracias a We Got By, su primer trabajo. Su carrera despegó en 1980, cuando se emparejó con el productor y compositor Jay Graydon. Su voz cálida vino a definir la vertiente más jazzística del sonido de Los Ángeles, con grabaciones de alta gama, marcadas por el brillo de los sintetizadores.



A partir de ahí, la carrera del estadounidense no hizo más que ganar altura hasta llegar a Look To The Rainbow, trabajo con el que se embolsó el primero de sus siete premios Grammy y, sobre todo, Breakin' Away, álbum con el que estrenó los ochenta dándose un baño de masas y patentando esa mezcla de jazz vocal, soul ligero y pop con vistas al funk con la que buscaba darle una pátina de contemporaneidad al sonido de su juventud. Era música que parecía pensada para ficciones cinematográficas y televisivas; de hecho, uno de sus grandes éxitos fue la sintonía de la ochentera serie Moonlightning, potagnoizada por Bruce Willis y Cybill Shepherd, y conocida en España como Luz de luna.







Un cierto cansancio estético le llevó a probar rupturas sonoras bajo la dirección de Nile Rodgers, el hombre de Chic (L is for lover, 1986) o Narada Michael Walden (Heaven and earth, 1992). Ya bien entrados los noventa, se alejó de las grabaciones y trabajó con orquestas sinfónicas. También fue una presencia regular en el circuito europeo de los festivales de jazz, donde siempre tuvo mucho tirón, como atestiguan varios discos live.



Altamente considerado en el sector y entre sus compañeros de profesión, Jarreau colaboró con diferentes artistas a lo largo de su dilatada carrera como George Duke, el legendario pianista que se codeó con Dizzy Gillespie, Frank Zappa y Miles Davis y con quien se inició a finales de los 60; Randy Crawford y Joe Sample. A comienzos del nuevo milenio se sintió rejuvenecido con la asimilación de técnicas vocales derivadas de la música africana y oriental. Competía afablemente con otro inclasificable cantante de jazz, Bobby McFerrin. A partir del año 2000, grabó para el sello Verve, compañía para la que protagonizó discos atractivos con el guitarrista George Benson como Givin it up (2006), o con el teclista George Duke, compañero de sus primeros tiempos en Los Ángeles. En 2004, facturó Accentuate the positive, una colección de añejos temas remozados por el productor Tommy LiPuma; cuatro años después, hizo el obligado disco de canciones navideñas.



Su prolífica carrera, que incluyó 26 discos, entre los que figuran varias recopilaciones y grabaciones en directo, concluyó en los estudios con My old friend: Celebrating George Duke, un homenaje al pianista de jazz estadounidense que vio la luz en 2014. Jarreau visitó España en varias ocasiones. En 1990 actuó en el Festival de Jazz de Vitoria y en 2007 el público madrileño le pudo escuchar en compañía de George Benson, durante la presentación de su disco conjunto. La última vez que actuó en España fue en el Festival Internacional Canarias Jazz en 2014, en Las Palmas de Gran Canaria.