Un momento de La malquerida, en los Teatros del Canal

Emilio López y Manuel Coves estrenan en los Teatros del Canal La malquerida, una versión de la zarzuela compuesta por el maestro Manuel Penella en los años 30 sobre la obra dramática de Jacinto Benavente.

A pesar de haber abandonado hace meses el cargo de director, la gestión de Albert Boadella al frente de los Teatros del Canal todavía da sus frutos. Así lo afirma Jorge Culla, intendente de la institución que recuerda que fue el director catalán el que se propuso recuperar una zarzuela. "En ese momento vi La malquerida como una opción clarísima. Vengo de una familia del teatro, y ya muy de niño escuchaba hablar en casa de lo buena que fue esta obra nacida durante la República y que nunca se volvió a representar tras la Guerra Civil".



La malquerida nació como obra dramática en la pluma del Nobel español Jacinto Benavente en 1917 e inmediatamente se consolidó como una pieza muy aclamada. Fue años después cuando el compositor Manuel Penella, autor de música y libreto y conocido por otras piezas líricas como El gato montés o Don Gil de Alcalá, propuso a Benavente crear una zarzuela que se estrenó en el Teatro Victoria de Barcelona en 1935 y sería a la postre la última obra de su creador. Debido al estallido de la Guerra Civil el compositor se trasladó a Argentina y, posteriormente, a México. Tras su temprano fallecimiento y el ostracismo al que fue sometido Benavente por el régimen franquista, este drama lírico nunca más se volvió a representar en España a pesar del éxito alcanzado.



Ahora, más de 80 años después, regresa a los escenarios bajo la dirección musical de Manuel Coves y con Emilio López como director de escena frente a un elenco de nueve actores. La versión actual se sitúa en el México de la época en la que llegó allí Penella, con una ambientación que supone un guiño al cine mexicano de los años 30. El argumento, prácticamente exacto al de la obra de Benavente, que incluía las tensiones de la España rural, transcurre en la Hacienda de El Soto, donde viven Doña Raimunda y su hija Acacia. Tras la muerte de su marido, Raimunda se casa con Esteban, quien se enamora de Acacia. Ciego de celos, Esteban comienza a perseguir a los hombres que rodean la vida de Acacia, a la que comienzan a llamar La malquerida.



"No la concibo como una zarzuela al uso, para mí es mucho más ópera que zarzuela, es una obra de teatro con algunas piezas musicales", asegura el debutante director de escena Emilio López, que ha participado en otras producciones como el montaje de Don Carlo, dirigido por Boadella. "En los tiempos en los que nos encontramos hoy en día, con esa ‘lucha' entre cine y teatro a la hora de transmitir emociones en el espectador, he querido hacer un homenaje a tres grandes creadores, dos de ellos españoles y uno mexicano", asegura López refiriéndose, evidentemente, a Penella y a Benavente, pero también al actor y director de cine mexicano Emilio "el Indio" Rodríguez.



"He querido conjugar en este drama lírico de La Malquerida la esencia de la obra de Penella y Benavente con un homenaje a la película que se hizo 10 años después de la muerte del compositor en tierras mexicanas, ambientando la situación en una hacienda mexicana de los años 40-50". La elección no es baladí, pues como recuerda López, las relaciones de Penella con México fueron muy estrechas, muriendo el maestro en Cuernavaca en enero de 1939. Pero es que además, la obra teatral de Benavente se convirtió durante la posguerra española en un hito en México," éxito que ha durado hasta nuestros días donde una telenovela inspirada en la obra llena la parrilla televisiva".



Junto a la dirección escénica, la otra parte clave del montaje es la musical, a cargo de Manuel Coves, que dirigirá durante la representación a la Orquesta Sinfónica y el Coro Verum. El director reconoce que afrontó el proyecto con "miedo a lo que podía encontrar al ser una obra desconocida de Penella, pero la propia partitura disipó los temores rápidamente con su calidad". También se enfrentaba el grupo a una situación "especial", al no tener ningún punto de referencia sonoro para abordar el trabajo "ni siquiera un vinilo viejo". Pero para Coves esto fue una ventaja, pues "permite trabajar libremente".



El elenco de cantantes está formado por la mezzosoprano Cristina Faus que hace el papel protagonista de Raimunda, el barítono César San Martín, en el papel de Esteban, el tenor Alejandro del Cerro como Norberto, la soprano Sonia de Munck como Acacia, el tenor Gerardo López como Rufino, la mezzosoprano Sandra Ferrández como Benita y los actores Pedro Bachura, Elena Lombao y Cristina Bernal. La mezcla de cantantes y actores no es casual, pues como asegura Coves "el 90% de lo escrito por Penella es absolutamente teatral, quizá tiene algo de ópera, pero es una pieza muy poco común en zarzuela. Recuerda bastante al verismo italiano de autores como Puccini". Además, el director incide una y otra vez en la rotunda calidad musical, que según él "está presente desde el minuto cero. En esta obra hay por lo menos tres romanzas que están al nivel de cualquiera del repertorio, y estoy seguro de que acabarán integrándolo".



"Es una suerte y un enorme regalo, para el público y para nosotros, los creadores de este espectáculo, poder sentarnos a disfrutar de una música que no se escucha en España desde el año 1935, y de la cual no hay ningún tipo de registro audiovisual", remacha el director. Pero a pesar de todo el tiempo transcurrido, de las ocho décadas que ha pasado la obra en el exilio, López asegura que "La malquerida es una obra tan actual hoy en día como lo pudo ser en 1949 con el film de Emilio Rodríguez, en 1935 con el drama lírico de Penella o en 1917 con la obra de Benavente. No es una obra de buenos o malos, es la lucha entre la razón y el corazón".