Directamente llegada del Teatro Stabile del Veneto, popularmente conocido como el Carlo Goldoni y famoso por producir obras del teatro de los siglos XVII y XVIII, aterriza en el Teatro de La Abadía Arlequino, el servidor de dos amos, la más famosa obra del dramaturgo veneciano padre de la comedia del arte italiana, dirigida por Giorgio Sangati, que ya como actor llegó a pertenecer al elenco del montaje de referencia con Ferruccio Soleri, lo que le concede un amplio conocimiento sobre la inmortal obra de Goldoni.



El espectáculo, que se representa en lengua original con sobretítulos en castellano, gira en torno a la figura de Arlequino, que siempre tiene hambre y que para aumentar sus ingresos hace el esfuerzo de servir a dos amos al mismo tiempo, lo cual le obliga a hacer auténticos malabares. Y en efecto termina cobrando por partida doble, los palos de uno y otro amo. Trenzado con esta historia hay un argumento lleno de enredos: amores no correspondidos, matrimonios forzosos, una mujer que viaja vestida de hombre fingiendo ser su hermano, que todos creen muerto en un asesinato cometido por uno de los enamorados… De este modo por el espectáculo desfilan todas las figuras emblemáticas de la , en realidad un estilo anterior al de Goldoni, escritor del Siglo de las Luces; el rico mercader veneciano, el pedante dottore, el posadero, la criada, los enamorados...



En su puesta en escena Sangati, que consigue desvincularse de las formas consagradas con soltura y ligereza, sitúa al espectador en un extraño ático atestado de viejos baúles y poblado por una animada compañía de actores. A la llegada del público los cómicos abren los baúles, recuperan la ropa usada mil veces, los accesorios magullados por el uso y los instrumentos musicales polvorientos... todo lo necesario para revivir esta pieza maestra de Goldoni. Poco a poco el polvo se desvanece con el sonido de las canciones y la música, y los personajes y máscaras recobran vida.



Marco Zoppello interpreta a un extraordinario Arlequino: barbudo y con una espesa melena roja, enérgica y vital, nada tonto y mucho menos ingenuo que sus predecesores. Zoppello construye un arquetipo muy alejado de los vistos anteriormente, un arlequín muy seguro de su inteligencia, como bien reivindica con orgullo al final del espectáculo, librándose con destreza de las complejas tramas amorosas de sus dos amos, que van tejiendo una enmarañada red. El reparto del montaje, que esta compañía de actores venecianos lleva ya dos años interpretando con éxito, se completa con Anna De Franceschi, Francesco Folena Comini, Eleonora Fuser, Irene Lamponi, Marta Meneghetti, Michele Mori, Stefano Rota y Laura Serena, a los que acompaña Veronica Canale con su música de acordeón en directo.



Heredero de la riquísima tradición de la comedia del arte italiana, Arlequino, el servidor de dos amos, es el pistoletazo de salida a una inmersión en el mundo de la comedia en el Teatro de La Abadía. Le seguirán los Entremeses de Cervantes, a finales de marzo, y en los meses de abril y mayo, la libre versión de Noche de Reyes de Shakespeare, rebautizado como Shake, de Dan Jemmett, en el marco del Festival de Otoño a Primavera; y las coproducciones de La Abadía junto al Teatro de la Ciudad La Ternura y Sueño, firmadas por Alfredo Sanzol y Andrés Lima respectivamente, también a partir de motivos shakesperianos.