Pablo Espinosa e Israel Elejalde en Tebas Land. Foto: Vanessa Rabade
Primer estreno de Natalia Menéndez tras dejar la gestión del Festival de Almagro. Una obra apadrinada y producida por Salvador Collado, Tebas Land, del director uruguayo Sergio Blanco (Montevideo, 1971), llega este sábado, 18, al Teatro Central de Sevilla (y el 22 al Pavón Kamikaze de Madrid) para contarnos una historia que tiene como tema central el parricidio. Blanco se inspira en el mito de Edipo, en la vida de San Martín y en un expediente jurídico... Los encuentros entre el parricida (Pablo Espinosa) y un dramaturgo (Israel Elejalde) en la cancha de baloncesto de una prisión construirán la representación escénica de ambos personajes. "Puede decirse que desborda el metateatro -señala Menéndez a El Cultural-. Los planos se multiplican vertiginosamente y los personajes se desdoblan. Hay reflexiones constantes sobre lo que sucede, así como rupturas, cambios y giros. La obra convive fuera y dentro, con la ficción y con el ahora mismo. El texto reflexiona desde el hoy del autor, con los conocimientos que tiene del análisis psicológico, del lenguaje y del teatro. Además de tocar los temas de la justicia y la creación, Blanco añade luz, ternura y humor. Es una mezcla poderosa, inquietante".Tebas Land, estrenada por su autor en el Teatro Nacional de San Martín de Buenos Aires en 2014, cuestiona, para Menéndez, el espacio y sus límites, en contra de los encierros físicos y mentales: "Juega con el origen y el territorio del mismo modo que el baloncesto lo hace con la cancha de la obra. Es un espacio al aire libre donde se puede estar solo y con otro. Asistimos al debate ético y estético de la representación". Además de la pista de baloncesto, la puesta en escena cuenta con una pantalla de seis metros donde se proyectan imágenes "que conjugan la fragilidad actoral con el sentirse observado, con el vouyerismo", matiza Menéndez, que prepara también un Tartufo para la Comedia Nacional de Uruguay.
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