Carles Santos
El compositor y pianista Carles Santos (Vinaroz, 1940) ha fallecido este lunes en su localidad natal a los 77 años tras una larga enfermedad, según ha informado el ayuntamiento de la localidad castellonense, que ha expresado sus condolencias en un comunicado. Santos era un artista polifacético, ya que además de la música también cultivó otras disciplinas como la escultura, el cine o la pintura y era un gran performista.Siempre tuvo al público en el epicentro de sus pensamientos como creador. "Si no hay un público que te devuelve la pelota, no hay nada que hacer y la música contemporánea ha conseguido vaciar los teatros. Yo vivo de esto, es mi trabajo y, por supuesto, tengo en cuenta a los programadores, a la Administración, a los teatros y al público. La idea romántica de que sólo se puede hacer lo que a uno realmente le gusta está desfasada", explicaba a El Cultural en una entrevista. "Hay unas audiencias renovadas que exigen novedad en el teatro. Pero en la música la novedad no interesa; los auditorios elaboran sus programaciones y destinan un tres por ciento de estas a música contemporánea porque hay que hacerlo. Hay una obsesión por lo de siempre, que está muy bien pero... Además, los compositores tienen un planteamiento muy duro, es interesante su experimentación con el lenguaje, pero olvidan que hay una sensualidad en la música, que hay que sacarla del laboratorio".
Galardonado en 2008 con el Premio Nacional de Música, su prolífica carrera y su trabajo inclasificable y sorprendente, e incluso escandaloso, le granjearon además otros galardones y distinciones como el Premi Nacional de Composició de la Generalitat de Catalunya (1990), los premios Ciutat de Barcelona de música (1993) y proyección internacional (1996), la Cruz de Sant Jordi de la Generalitat de Catalunya 1999, el Premio Nacional de Teatro (2001), la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Artes 2007 y 13 premios MAX de teatro.
Santos empezó a estudiar música a muy temprana edad (a los cinco años ya tocaba el piano) y posteriormente estudió en el Conservatorio Superior de Música del Liceo de Barcelona, donde destacó como alumno aventajado. Continuó los estudios en París, con los maestros Février, Casadessus, Magda Tagliaferro y Margaret Long; y más tarde en Suiza, como alumno de Harry Datymer. A principios de los sesenta empezó a actuar como pianista, interpretando obras de Bartók, Schoenberg y Webern. En 1968 se trasladó a los EE.UU. y allí conoció a diferentes músicos de vanguardia como John Cage.
En los años setenta fundó, junto con Josep Maria Mestres Quadreny, el Grupo Instrumental Catalán (GIC). Durante esta época conoció a Pere Portabella, con quien empezó a trabajar en el cine, como compositor, intérprete, guionista, e incluso realizador. A lo largo de su carrera ha recibido varios encargos especiales, como la música del espectáculo Concert Irregular, de Joan Brossa, como conmemoración del 75 aniversario del nacimiento de Joan Miró. También compuso y dirigió las fanfarrias de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, así como la Fanfarria 2001 para músicos interpretada en la inauguración de la Bienal de las Artes de Valencia.
Santos fue un artista poliédrico, difícil de encasillar y esquivo a cualquier esfuerzo taxonómico. Decía que su deseo de visualizar la música le condujo al teatro. Y nunca le importó la inmortalidad de su obra: "No comparto el objetivo de la perdurabilidad porque el público consume con gran rapidez. Yo no publico mis composiciones pero controlo personalmente todos mis espectáculos. De hecho, recupero la forma tradicional de trabajar de los músicos. Antes, los compositores tocaban su propia obra, algo muy raro hoy en la música contemporánea. Yo, si fuera entrenador de fútbol, jugaría con el equipo".
Inventor del concepto de ópera circo, sus primeras propuestas escénicas se produjeron a lo largo de la década de los años 80, con montajes como Beethoven, si tanco la tapa què passa? (1982), Minimalet, minimalot (1982), Té xina, la fina petxina de Xina? (1984), La boqueta amplificada (1985) y Misericòrdia Ubach (1986), el primero de sus trabajos con la artista plástica Mariaelena Roqué.
Desde entonces ha llevado a la escena diversos espectáculos generalmente con música, guion y dirección escénica propios: Arganchulla, Arganchulla Gallac (1987), Tramuntana Tremens (1989), La grenya de Pasqual Picanya (1991-1993); Asdrúbila (1992), ópera con dirección escénica de Pere Portabella, L'esplèndida vergonya del fet mal fet (1995), Figasantos-Fagotrop, missatge al contestador: soparem a les nou (1996), La pantera imperial (1997), Ricardo i Elena (2000), L'adéu de Lucrècia Borja (2001), con libreto de Joan F. Mira , Sama Samaruck, Samaruck Suck Suck (2002), Lisístrata (2003) y El compositor, la cantant, el cuiner i la pecadora (2003).
El 2003, el Teatre Lliure capitaneado por Calixto Bieito lo nombró compositor residente. En este marco fue estrenando un nuevo espectáculo anual en sus salas, montajes como La meua filla sóc jo (2005); El fervor de la perseverança (2006); Brossalobrossotdebrossat (2008) y Chicha Montenegro Gallery (2010). También junto a Bieito musicó los montajes Tirant lo Blanc, estrenado con motivo de la Feria del Libro de Frankfurt, y El gran teatro del mundo (Friburgo, noviembre del 2011).
También en 2011 estrenó, en el Festival de la Porta Ferrada de Sant Feliu de Guíxols, el espectáculo Maquinofòbia pianolera con Cabo San Roque y en el noviembre del mismo año, en el festival Temporada Alta, Schubertnacles humits.