Gregory Porter

El cantante lanza Nat 'King' Cole & Me, disco en el que rinde homenaje al legendario vocalista con una selección de su repertorio histórico. A partir de marzo lo presentará en España sobre escenarios como el Teatro Real, el Liceo de Barcelona y el Teatro de la Maestranza de Sevilla.

Cuando era un muchacho de unos 5 o 6 años, Gregory Porter (Sacramento, 1971) ya afinaba notas con su garganta. Un día grabó una canción en una casete y se la puso a su madre cuando esta regresó del trabajo. Ella le dijo que le recordaba a Nat 'King' Cole, lo que disparó la curiosidad del balbuciente barítono por el legendario cantante y pianista. "Empecé a escuchar todos los discos que había de él en casa. Mi hermano mayor era el vigilante de la discografía, que estaba en el salón. En teoría, los pequeños no podíamos meter las manos ahí pero conmigo hacía una excepción", explica a El Cultural Porter en un hotel madrileño, donde despacha entrevistas vestido como un pincel, con su perenne gorra negra coronando su atildada indumentaria.



Cole se convirtió en una especie de padre para Porter. Por eso es tan especial para él el disco que acaba de lanzar, Nat 'King' Cole & Me, el tercero bajo el sello Blue Note, el quinto suyo de estudio, donde interpreta un ramillete de temas popularizados por su héroe: Mona Lisa, Smile, Nature Boy, Pick Yoursel Up, Ballerina... "He seleccionado todos aquellos temas que me emocionaban cuando era un chaval, los que me influyeron luego cuando decidí hacerme yo mismo cantante". La colección, además, la remata con una pieza pintiparada para estas fechas: The Christmas Song, que Cole grabó por primera vez con su trío en 1946 y posteriormente, en 1961, con una orquesta. Porter, a su vez, se ha arropado con la London Studio Orchestra, formada por 70 músicos, para completar su guiño a Cole, una figura esencial en su infancia y adolescencia, ya que, de algún modo, sustituyó en su corazón a su padre siempre ausente.



"Llenó su vacío. Muchas de sus letras contenían consejos y frases de ánimos, las típicas que un padre pronuncia para su hijo: 'levántate, sacúdete el polvo e inténtalo de nuevo', 'finge que estás feliz aunque estés triste', 'sonríe', 'lo más importante que jamás aprenderás es amar y ser amado'... Hay muchas más, sus canciones están llenas de lecciones vitales, que yo hice mías", recuerda Porter, ganador de un Grammy en 2014 por su álbum Liquid Spirit. El conjunto de piezas escogidas suena como una banda sonora. Un efecto deliberado por Porter y Vince Mendoza, que las ha arreglado para la orquesta londinense, impregnándolas de esa atmósfera cinematográfica. Podrían enguantarse perfectamente en una película de esas de muchacho triste y apocado, aunque talentoso y determinado, que acaba superando todos los obstáculos que le separan de su sueño.



Ese argumento casa al milímetro con la trayectoria del propio Porter, hoy día uno de los vocalistas del gremio del jazz y el soul más cotizado y carismático. De muy pequeño sentía que Cole hablaba de él mismo. Una sensación especialmente marcada cuando escuchaba Nature Boy, inspirada en un "muchacho triste y tímido". "Es que yo era así", confiesa. Con los años, en cambio, fue cimentando una personalidad afable y con la extroversión necesaria para conectar con el público desde el escenario. Así lo hará en España en su próxima e intensa gira, que incluye teatros de mucho postín: Liceo (13 marzo), Maestranza (17 marzo), Baluarte (16 mayo), Real (23 de julio, en el Festival Universal), Mar de Músicas (24 julio) y Jazzaldia (29 julio). Será buen momento para defender el bolero Quizás, quizás, quizás de Osvaldo Farrés, que ha incorporado en Nat King Cole & Me . "Ha sido divertido frasear en español. Obviamente, no suena como si lo cantara un nativo, claro, aunque cuando iba al instituto estudié vuestra lengua. Pero si no la usas, lo pierdes, es inevitable. Me encanta cómo se construyen las palabras españolas".



Lo que no le gusta, nada, es la situación política de su país, gobernado por un personaje que detesta: Trump. "Significa un grave problema. Un líder político puede empujar a la gente hacia extremos muy peligrosos. Nunca pensé que mi hijo crecería en un entorno tan infame. Hoy mismo ha estado tuiteando contra los musulmanes. Yo no soy musulmán, tampoco soy mexicano, pero quiero que todos ellos sean tratados con respeto en Estados Unidos. La situación creada por Trump es angustiosa y agotadora. No hay día que no te encuentres alguna estupidez suya en los titulares. Pensábamos que todas esas tonterías eran una cosa de la campaña, cuando necesitaba llamar la atención, pero no: la pesadilla se ha prolongado. Él es así, no estaba actuando. Ha tenido mucho éxito en los negocios y me parece muy bien, pero ignora por completo las dificultades de los de abajo. No tiene ni idea. Y lo peor es que ni le preocupa".



El gesto bonachón y por lo general sonriente de Porter se torna grave al arremeter contra el actual inquilino de la Casa Blanca. En el disco también cuela su vertiente político-reivindicativa en When Love Was King, la única canción de su propia cosecha. "Le hablo a él directamente. Necesitaba hacerlo. Es un intento de romper su aislamiento de la realidad", dice. Porter enarbola un canto a la tolerancia y la concordia. "La gente que realmente ha hecho grande a América, ese lema con el que se le llena la boca, no son los multimillonarios ni los supremacistas, no, son los que lucharon por los derechos civiles, que consiguieron que todos fuéramos iguales bajo la bandera de las barras y estrellas".



@albertoojeda77