MGMT, Christina Rosenvinge, Hollie Cook y El petit de Cal Eril
Tradicionalmente los dos primeros meses del año son parcos en grandes lanzamientos musicales pero
la primera cosecha de 2018 nos deja discos espléndidos como el esperado regreso de dos grandes bandas norteamericanas, MGMT y Black Rebel Motorcycle Club, que brillan con intensidad en su reinterpretación del rock estadounidense. En plena forma, los escoceses Franz Ferdinand siguen siendo los reyes de fiesta con
Always Ascending, que iluminará los festivales veraniegos con su enérgico punk funk, mientras otros veteranos como
Belle & Sebastian siguen siendo unos virtuosos del indie pop. El hip hop sigue en racha y triunfa el disco de Kendrick Lamar para la banda sonora de
Black Panther, un enorme éxito comercial en todo el mundo, mientras Migos nos ofrece la segunda parte de su totémico
Culture y Eminem vende discos como churros pero no acaba de convencer a la crítica con internacional con su
Revival.
La música nacional está en pleno auge con el lanzamiento del nuevo disco de Yung Beef, el rey del trap patrio, el fantástico trabajo de Christina Rosenvinge o la sensibilidad de El Petit de Cal Eril.
MGMT: Little Dark Age. Pop-Rock
Difícil para cualquier banda superar el éxito de MGMT con su primer disco, aquel ya mítico
Oracular Espectacular (2007) con el que se comieron el mundo con canciones tan fastuosas como
Kids o
Time to Pretend. Ha pasado más de una década desde entonces y cuatro años después de su último (y discreto) álbum, es una alegría saber que Andrew VanWyngarden y Ben Goldwasser siguen vivos y que contra toda tentación de mirarlos de reojo, siguen siendo unos excelentes creadores de canciones de rock que suenan como gemas pop y, al mismo tiempo, abundan en cierta gozosa experimentación. Celebrados de nuevo por la crítica mundial, MGMT suenan a MGMT y
se lucen con este Little Dark Age en el que triunfan con hits de pop rock como esa fantástica
Me and Michael que tiene la dosis exacta de bizarrismo y potencial rítmico como para quedarse dando tumbos por la cabeza durante horas. Añadan a eso temas tan redondos como el que da título al disco, una especie de homenaje Depeche Mode muy logrado, o la chispeante
TSLAMP, para concluir con toda claridad que MGMT están en plena forma.
Justin Timberlake: Man of the Woods. Pop
A estas alturas cuesta acordarse de que Justin Timberlake comenzó con la boy band N'Sync en los 90. Fue en 2002 cuando arrancó una carrera en solitario con el álbum
Justified que ha tenido la virtud de ser admirada por la crítica y tener un inmenso éxito de público. Parece que a Timberlake se le ha acabado el chollo con este
Man on the Woods, que Pitchfork califica como "un enorme paso en falso". No está tan mal.
El astro siempre ha sido un gran admirador del r&b, mucho antes de que fuera lo habitual, y en esta colección de canciones la influencia de Michael Jackson y Prince sigue muy presente. El single de adelanto, esa magnífica
Filthy, está llena de groove y es lo mejor del disco, pero hay emoción en una canción como
Say Something aunque no sea la composición más original del mundo y aunque no funcionan tan bien los coqueteos con el hip hop (
Suplies), el homenaje a Prince (
Midnight Summer Jam) vuela alto.
Christina Rosenvinge: Un hombre rubio. Pop/Rock
Con una larga trayectoria a sus espaldas, Christina Rosenvinge está viviendo un gran momento artístico y después de un muy buen disco como
Lo nuestro (2015)
la artista madrileña se supera a sí misma con Un hombre rubio, en el que sigue ejerciendo con indiscutible elegancia y hondura el papel de gran dama del rock. Hay canciones sensacionales como
El pretendiente, con un toque más pop, o temas de un delicado folk a lo Vainica Doble como
Ana y los pájaros que seducen con una bella línea de guitarra y un estribillo pegadizo que revela a la virtuosa de la melodía que siempre ha sido. Rosenvinge, además, canta muy bien y brilla de forma especial en canciones como
Romance de la plata, con un punto bluesero, en la que crea una composición épica a la altura de los grandes.
Black Lebel Motorcycle Club: Wrong Creatures. Rock
Los de San Francisco fueron la década pasada una de las mejores bandas de rock del mundo y cinco años después de su último (y no muy logrado) disco
regresan con un trabajo espléndido como este Wrong Creatures en el que parecen haber ganado en profundidad y calado emocional. Ya no son aquellos chavales guitarreros de principios de siglo y su música suena definitivamente más adulta, menos enérgica pero más abisal, como es lógico porque los años no pasan en balde para nadie. Aunque sigue habiendo momentos, como
Spook o
Little Gone Wild, en los que reverdecen laureles. Arranca el álbum una canción como
DFF, con un sonido de ultratumba que recuerda a Low o Deerhunter, para proseguir con temas como
Echo, en los que coquetean con la balada a lo Marc DeMarco o
Calling Them Away, donde directamente parece que se vayan a cortar las venas y tiene una preciosa melodía. Gran disco.
Franz Ferdinand: Always Ascending. Pop
No deja de ser curioso que cada vez que Franz Ferdinand sacan un álbum la crítica internacional no tenga más remedio que admitir su enorme calidad y lo haga como si fuera una gran sorpresa. Es posible que de una banda que tuvo un éxito tan espectacular como esta, que literalmente arrasó con todo en 2004 con aquella
Take Me Out, que más que una canción fue una revolución solo se espere la decadencia. Los de Alex Kapranos, sin embargo, no han dejado de lanzar buenos LPs desde entonces, como este
Alway Ascending en el que
fieles a su célebre "funk punk" siguen teniendo una enorme fuerza y pariendo hits rompepistas imbatibles. Arranca el disco con la sensacional
Always Ascending para proseguir una suerte de tour de force que incluye grandes canciones como
Lazy Boy, Huck and Jim o
Feel The Love Go capaces de resucitar a un muerto. Los festivales de verano volverán a ser suyos.
Kendrick Lamar: Black Panther B.S.O. Hip Hop
Número uno en Estados Unidos, es posible que el mayor éxito comercial del ínclito rapero acabe siendo su trabajo para la película
Black Panther, donde
vemos a un Lamar más popular y divertido que demuestra su mucha pericia para crear beats sensacionales. Domina el disco esa fantástica
All the Stars en la que también canta ZSA que quizá es ese hit accesible con toque pop que quizá alguno echaba de menos en
To Pimp a Butterfly. Plagado de colaboraciones, como es habitual en los discos de rap, hay momentos sublimes como esa
Opps, con el magnífico Vince Staples, con una base espectacular y electrizante o esa
King's Dead en la que Lamar colabora con Future y James Blake creando una lograda aproximación al trap con ecos old skhool.
Yung Beef: Adromicfms 4. Trap
El autodenominado "rey del trap" español hizo fama y fortuna con PXXR GVNG, banda que ahora se llama Los Santos, y se ha convertido en una especie de héroe pasoliniano que desfila para las grandes marcas y es muso de Calvin Klein. Epítome del chico de barriada, y cuando digo barriada me refiero a puro lumpen,
Yung Beef abusa del autotune hasta extremos casi surrealistas y es cada vez más consciente de su propio personaje de artista maldito.
Adromicfms 4 parece que sea una repetición en bucle de la misma canción y como es habitual hay mucha droga (
Tú No Princesa, con ecos del gangsta, o
Me Perdí en Madrid) o momentos más cañís (Cryin' Fo Pxxr Love) sin que falten incluso temas que podría haber firmado José Luis Perales pasado de vueltas como
Lonely, lo cual tiene una cierta gracia. Yung Beef tiene mucho talento, en este disco, eso sí, se le ve un poco disperso.
Hollie Cook: Vessel of Love. Pop/Dub
Pata negra de la música británica, Hollie Cook es hija de Peter, batería de Sex Pistols, y su madre es una cantante que colaboró con Boy George. Ex cantante de The Slits, desde principios de siglo Cook publica unos discos deliciosos en los que les da una vuelta al dub y los sonidos jamaicanos en un estilo que ella misma llama "tropical pop". En su nuevo disco, este
Vessel of Love,
Cook suena más festiva que nunca en una colección de canciones luminosas marcadas por el sonido alegre de la trompeta y su sensacional voz.
Migos: Culture II. Hip Hop
Los raperos de Georgia Quavo, Offset y Takeoff lanzaron hace tan solo unos meses un disco espléndido como
Culture en el que llevaban el trap hacia un notable nivel de virtuosismo. Conocemos la cadencia decadente y sinuosa del trap, que estos artistas del sur de Estados Unidos llevan a un emocionado nivel de lirismo en
un disco en el que rapean muchísimo y donde como es habitual hay un virtuoso juego de beats con unas bases sensacionales. Hay colaboraciones de todo el espectro del hip hop actual como Cardi B y Nicky Minaj en la contundente
MotorSport, en la que rebelan esa capacidad hipnótica que parece tener su música, o Gucci Mane en la tumultuosa
CC e incluso del mismísimo Drake en