Una imagen de Fall, de Lucía Marote

Hace cinco años, Alberto García y Natalia Ortega, figuras importantes del panorama escénico, recibieron el encargo por parte de la Comunidad de Madrid de organizar un proyecto común que diera voz y visibilidad a las pequeñas salas alternativas, un fenómeno que había ido creciendo con el paso del tiempo hasta que las instituciones decidieron dejar de permanecer al margen. Nació así Surge Madrid, la muestra de creación escénica que alcanza este año su quinta edición y que, entre el 10 de mayo y el 3 de junio, presentará los trabajos de cincuenta compañías madrileñas.



Surge Madrid es, en palabras de Alberto García, coordinador de la muestra, "una aventura que arrancó en un momento incierto apostando por proyectos arriesgados, y que ha conseguido asentarse y convertirse en un referente en la gestión cultural de las pequeñas salas". Tanto él como su compañera, Natalia Ortega, huyen de la denominación de "directores", ya que su propuesta va dirigida a un comisariado artístico colegiado, no personal, que pueda "orquestar el complejo ecosistema de estas salas", un proyecto basado en "unas reglas del juego coordinadas cada año, un manejo horizontal de la gestión, con un presupuesto prefijado desde el principio que se administra también de forma horizontal".



La muestra pretende "fomentar y dar a conocer el trabajo de los creadores madrileños", dar a conocer la importante y complicada realidad escénica de las pequeñas salas alternativas de Madrid, realidad que surgió en los márgenes del panorama durante los años ochenta, un movimiento que no se ajustaba al concepto de "teatro" que se manejaba, "que estaba revestido aún de un carácter decimonónico", y que "consiguió dar voz a la Otredad, de las creaciones marginales", en palabras de María Pardo, directora general de Promoción Cultural de la Comunidad de Madrid, que ha presentado la muestra.



Estas salas, que acabaron formando el panorama off, promovían (y siguen promoviendo) una manera diferente de acercarse y explicar el arte escénico, y esa labor es la que quiere impulsar Surge Madrid, un proyecto abierto a todas las salas alternativas y a todos los formatos y géneros. El programa de la muestra está formado, así, por un conjunto muy heterogéneo de creaciones que, durante casi un mes, encarnarán la diversidad escénica, la variedad y riqueza de lenguajes, formatos y géneros del panorama madrileño, un ambiente en absoluta efervescencia y continua renovación.



Una programación transversal

Surge Madrid ha ido creciendo y perfilando su agenda en cada edición, y, después de un origen quizá demasiado apabullante, con una cantidad de creaciones y representantes que desbordaban la capacidad de la organización y del público, presenta este año un total de 50 piezas, 36 de ellas estrenos absolutos, en 22 espacios de Madrid capital, Aranjuez y Navalcarnero.



El programa se divide en 27obras de creación teatral como Acreedor@s, una adaptación de una obra de Strindberg de la compañía Calibán Teatro, Trágicas, adaptación de Chéjov de La Rota producciones, o Viaje al fin de la noche, de Proyecto 43-2; 2 obras de creación escénica del movimiento, como Fall, de Lucía Marote; y 23 de carácter multidisciplinar, como Vos, de la compañía AZarte o Conferencia cuántica para luz y voz, de María Herrador y Laila Tafur.



En Surge Madrid tienen cabida todas las disciplinas, desde el teatro más puro, hasta la performance hasta la danza, dando especial relevancia a las creaciones interdisciplinares, que componen una de las secciones principales de la muestra, Transversas, obras que combinan disciplinas y técnicas (performances, instalaciones, intervenciones artísticas, conferencias…) para tratar prácticamente cualquier tema posible desde cualquier enfoque.



Además, la muestra incluye dos laboratorios de creación escénica, Hemos venido a darlo todo, "un laboratorio escénico sobre los hechos, los conceptos y las epifanías, sobre la necesidad de ser únicos", de la compañía Voadora junto a diez creadores de diferentes disciplinas, y el proyecto Y el cuerpo se hizo nombre, una pieza interdisciplinar que reflexiona sobre la ruptura del binarismo de género elaborada por Consuelo Trujillo.



Surge Madrid se propone así potenciar la presencia y la afluencia de público en los estrenos de las compañías y creadores madrileños, reforzando y fomentando la actividad de las pequeñas salas alternativas y dando visibilidad a las actuaciones del panorama off, en un proyecto que se espera siga creciendo y contando con el apoyo de las instituciones. De hecho, la Comunidad de Madrid ha anunciado que ha decidido incrementar las ayudas a la creación en estas salas alternativas. Esperemos que no decaiga la dinámica.