La venta de música grabada aumentó en España un 8,9 % en 2017 hasta alcanzar los 231,7 millones de euros, según revela el Global Music Report (informe mundial de la música) realizado por la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI, por sus siglas en inglés) y presentado este martes en Londres. Este dato supone un crecimiento continuado del mercado de la música en España desde 2014.

No obstante, desde Promusicae, la asociación que aglutina a los productores musicales españoles y que hasta el año pasado era la encargada de estudiar los datos de nuestro mercado interior, afirman que la cifra aún está "a años luz" de los 742 millones gastados en música por los españoles en 2001. "Pero después de 12 años consecutivos

de caídas estrepitosas, el 'periodo oscuro' entre 2002 y 2013, la recuperación del mercado fonográfico en España es una realidad consolidada", señala la entidad en un comunicado.



La otra gran constatación de la temporada es el dominio del mercado digital sobre el físico, "que empieza a alcanzar niveles ya abrumadores". Si en 2015 había un empate entre ambas modalidades, ahora la música digital (descargas y streaming) generó 152,4 millones de euros, una cifra que casi duplica los 79,2 millones provenientes de los formatos físicos (CD y vinilos). Es decir, el mercado digital supone ya el 65,8 % del sector.



Por otra parte, el informe de la IFPI pone de manifiesto otros dos aspectos del mercado español: el auge del streaming, con una cantidad cada vez mayor de suscripciones de pago (modalidad que cuenta con 1,5 millones de abonados en España y 176 en todo el mundo) y la recuperación del vinilo, que en los últimos años ha incrementado su presencia entre coleccionistas y melómanos que prefieren la calidad y fidelidad del sonido analógico. Así, en España se vendieron el año pasado cerca de 700.000 vinilos, lo que supone un abultado incremento del 46% respecto a la del año anterior. No obstante, el formato físico mayoritario sigue siendo el CD, del que se vendieron 8 millones de copias, lo que supone un volumen de venta de casi 67 millones de euros, algo menos que el año anterior.



Los ingresos por streaming de pago en plataformas como Spotify, Deezer, Napster, Tidal y

similares ascendieron en la España de 2017 a 84 millones de euros (más que todo el mercado físico), mientras que el consumo en la modalidad gratuita y con anuncios se elevó a casi 30 millones. Por otro lado, solo 24,2 millones provienen de las plataformas de vídeos, como YouTube o Vevo, una cifra que resulta especialmente exigua a pesar del enorme número de visualizaciones, y por lo tanto consumo de música, que acumulan anualmente los millones de vídeos disponibles en estas plataformas audiovisuales. Promusicae considera llamativo que, apareciendo YouTube en todos los estudios de consumo como una de las fuentes favoritas de los usuarios para acceder a contenidos musicales, su aporte a los resultados de este año sea de un escueto 10,4%

del total en nuestro país. IFPI vuelve a señalar en su informe el impacto global que supone este hecho, conocido como value gap (brecha de valor) por el escaso retorno económico que de ahí proviene.