Un estreno absoluto, otras seis óperas que nunca se han montado en Madrid y algunos títulos clásicos son los ingredientes que presenta el Teatro real para su temporada 2019-2020, en la que acogerá 238 funciones y contará con 28 millones de euros de presupuesto.
El apartado de ópera incluye 12 montajes de ópera, de los que seis son producciones del Teatro Real, incluyendo dos óperas de cámara en las Naves de Matadero y en los Teatros del Canal, cinco producciones invitadas y una se representará en versión de concierto. "Siete son incorporaciones al repertorio del Real y tres son, además, estrenos absolutos", ha explicado Joan Matabosch, director artístico del coliseo madrileño.
La nueva temporada articula títulos populares del repertorio lírico como La flauta mágica de Mozart, L'elisir d'amore de Donizetti; Don Carlo y La Traviata de Verdi, y La valquiria, de Wagner, con la que prosigue la representación de la tetralogía El anillo del nibelungo, siempre con dirección musical de Pablo Heras-Casado y puesta en escena de Robert Carsen.
Sin embargo, siguiendo uno de sus objetivos prioritarios, ampliar los horizontes del coliseo capitalino, Matabosch incluye también obras de importantes compositores contemporáneos como Lear de Albert Reimann, Into The Little Hill de George Benjamin y Three Tales de Steve Reich, junto a los que se unen títulos poco frecuentados y que se presentan por primera vez en Real como Il pirata de Vicenzo Bellini o Iris de Pietro Mascagni, ésta en versión de concierto, además de una clara apuesta del director artístico, La pasajera, del polaco Mieczyslaw Weinberg, estreno en España.
El barroco olvidado
Pero de entre todos los estrenos, Matabosch ha destacado particularmente una joya totalmente desconocida para el público actual, nacida del empeño de Ivor Bolton de recuperar piezas olvidadas del barroco español. Éste es el caso de Achille in Sciro, compuesta por Francesco Corselli en la corte española del siglo XVIII, bajo el reinado de Carlos III, una época en la que Madrid fue uno de los centros principales de la creación de óperas.
La obra, estrenada en 1744 en el Coliseo del Buen Retiro, fue encargada por el famoso castrato Farinelli, que años antes había iniciado junto a Felipe V una serie de producciones que continuaron a lo largo de toda la centuria con sus sucesores. La pieza, que jamás se volvió a escenificar desde entonces, dormía en un cajón hasta que el Instituto Complutense de Ciencias Musicales, la puso encima de la mesa de los responsables del Real. "Es algo que debemos hacer y en lo que nos jugamos mucho", afirmó Matabosch sobre esta historia que relata el profundo debate de Aquiles en el gineceo, dudando entre elegir una inmortalidad divina alejada de la gloria o convertirse en el más admirado de los hombres, pagando el precio de la muerte.
En el apartado musical, que continúa bajo la tutela de Ivor Bolton, junto a Pablo Heras-Casado, primer director invitado, y Nicola Luisotti, director asociado, destacan los recitales que ofrecerán tres estrellas de talla mundial Anna Netrebko, Joyce DiDonato y Philippe Jaroussky. Y en danza, el Teatro Real cederá su escenario a otras tantas reconocidas compañías: el English National Ballet, que interpretará Giselle; el Ballet Nacional de España y su Electra; y la Nederlands DansTheater, con Jubilee, programa con el que celebrará su 60 aniversario.