Las denuncias por acoso sexual están poco a poco poniendo fin a la carrera triunfal de Plácido Domingo en Estados Unidos. El último capítulo de esta ruptura ha sido la cancelación de su actuación en la Metropolitan Opera de Nueva York en una producción del Macbeth verdiano. Iba a ser la primera ofrecida en suelo norteamericano tras destaparse las acusaciones de varias cantantes.
El tenor madrileño ha agradecido al público neoyorquino una relación de más de 50 años de éxitos y estruendosas ovaciones, que ahora llega a su término con carácter inmediato y, acaso, definitivo. Domingo debutó con 27 años en el templo neoyorquino.
El cantante ha estimado oportuno dar un paso atrás para evitar que la polémica perjudicara a sus compañeros, visto que en Estados Unidos el escándalo le ha puesto bajo sospecha. Además, ha respondido a las acusaciones aduciendo que no le parece justo ser condenado sin que se haya celebrado un juicio penal en su contra, en el que un juez emitiera un veredicto contra él.
También ha dado las gracias a la institución por aceptar su retirada del cartel. El MET había anunciado tras conocer las acusaciones que quedaba a la espera de las investigaciones impulsadas en la Ópera de Los Ángeles, donde Domingo ostenta el cargo de director general, para tomar una decisión sobre el tenor. La tensión, sin embargo, ha precipitado los acontecimientos.
La Orquesta de Filadelfia, la Ópera de San Francisco y la Ópera de Dallas ya habían cancelado por su propia iniciativa las apariciones de Domingo en sus escenarios. Es una postura que contrasta con lo sucedido en Europa, donde su agenda se mantiene intacta a día de hoy. Llamativo fue el respaldo que recibió a finales de agosto en Salzburgo, donde el público cerró filas en torno al ‘baritenor’.
Sin embargo, no todo está garantizado. Desde Hamburgo, por ejemplo, han anunciado que tendrán muy en cuenta la luz que arrojen las investigaciones en marcha. De lo que se esclarezca en ellas dependerá su participación en un montaje de Simon Boccanegra en marzo de 2020.