Steve Reich, de la ópera a la genética
El compositor minimalista estrena en Matadero 'Three Tales', obra en la que, emulando a Wagner, repasa hitos de la ciencia y la técnica en el siglo XX: el zepelín, las pruebas nucleares y la clonación
5 marzo, 2020 09:51Entre las novedades importantes proyectadas para esta temporada por el Teatro Real figura la curiosa y sorprendente obra de Steve Reich y Beryl Korot Three Tales, que se va a representar en las Naves del Matadero de Madrid los días 5, 6 y 7 de marzo. Un producto muy original venido al mundo el 12 de mayo de 2002 en el Festival de Viena y que es, en cierto modo, una suerte de resumen de las técnicas minimalistas del compositor norteamericano en combinación con proyecciones, vídeos, sonidos atmosféricos, ruidos ambientes, conversaciones y discursos en busca de una plasmación sonora y plástica que recoge y resume, a lo largo de tres actos, otros tantos sucesos clave de principios, mediados y finales del siglo XX. La originalidad es que en cada uno de ellos se reflexiona sobre las implicaciones del desarrollo de la ciencia en el pasado reciente. Viajamos desde los inicios del transporte aéreo hasta las pruebas nucleares o los experimentos genéticos, abriendo de esta manera el debate sobre la naturaleza física, ética y religiosa de un entorno tecnológico que ha crecido de manera exponencial desde 1945.
La artífice visual del montaje es Beryl Korot, que se adapta a los leitmotiv en de la partitura de Reich
Recordemos que Reich (Nueva York, 1936) es probablemente el más importante y capaz, variado y elocuente compositor minimalista de esta época, muy emparentado con el más ambicioso y ‘clásico’ John Adams. Fue alumno de la Juilliard School, donde estudió con Vincent Persichetti, y del Mills College, donde recibió la influencia de Darius Milhaud y Luciano Berio. En los años sesenta conectó con el minimalista de primera hora Terry Riley, con quien colaboró con una obra pionera de esa técnica, In C, de 1964. Pero Reich continuó su propio camino y en 1965 descubrió un aspecto fundamental para el desarrollo de la música repetitiva: el principio del desfase, que le otorgaría una posición muy relevante y eminente en el seno de este tipo de creación, aunque haya mostrado siempre interés por las músicas de otras culturas y haya estudiado, por ejemplo, la percusión africana en la Universidad de Ghana, el gamelang indonesio en Berkeley y Seattle y el canto hebreo en Jerusalén.
De la Guerra Mundial a la oveja Dolly
La composición que ahora estrena en España aparece articulada en tres cuentos. En el primero, Hindenburg, se recuerda la explosión del famoso zepelín en Lakehurst (New Jersey) en 1937. Se proyectan para ello imágenes históricas que narran el pavoroso incendio. El segundo acto es Bikini, que rememora las pruebas nucleares que, al término de la Segunda Guerra Mundial, tuvieron lugar en aquel atolón del Pacífico. El tercer cuento es Dolly y se refiere a los orígenes de la clonación. Lo más interesante es que reflexiona a partir de ahí sobre la conceptualización del cuerpo humano como una máquina genética susceptible de ser modificada a voluntad.
No cabe duda de que estamos ante un nuevo tipo de teatro musical en el que los modernos medios técnicos de comunicación nos conducen a una dramaturgia distinta y original. Ha sido la videoartista Beryl Korot, una especie de pionera, cuya obra se ha presentado en las colecciones de arte más prestigiosas (Guggenheim y MoMA de Nueva York, Tate Modern de Londres o Art Basel), la gran artífice visual. Debe subayarse que el motivo rítmico que Richard Wagner escribió para evocar el Nibelheim, es también el motor de uno de los pasajes de esta videópera. Es muy sorprendente la forma en la que el leitmotiv wagneriano se identifica con el sonido de las fábricas como símbolo del capitalismo de mediados del siglo XIX. No lo es menos la manera en la que Reich traslada aquella alegoría sonora a un contexto futuro. Lo que establece un lazo estético entre este espectáculo y La Valquiria, representada por estas mismas fechas en el Real, al tiempo que enlaza con los próximos cine-conciertos de los filmes Die Nibelungen (1 y 2) de Fritz Lang, que se van a proyectar el día 21 de este mes en el teatro madrileño.
El director musical que dará vida a las imágenes de este Anillo es Nacho de Paz, un músico muy preparado que se las sabe todas en lo tocante a la música contemporánea y que será asimismo el que lleve a buen puerto las tres funciones de Three Tales, en las que actuará un quinteto vocal (dos sopranos y tres tenores), un reducido grupo de la Sinfónica de Madrid, con 4 percusionistas, 2 pianos y un cuarteto de cuerda. Se añaden también sonidos pregrabados.