La faceta teatral del escritor Juan Villoro (Ciudad de México, 1956) no es un hecho aislado en su producción literaria. Su visión del mundo, su obsesión por pensarlo y transformarlo a través de los libros y de las ideas están también explícitas en sus historias para la escena.

“Siempre me ha intrigado la posibilidad de que alguien transforme una conferencia en una confesión”. Juan Villoro

Como en las ocho piezas que recientemente ha reunido Punto de Vista en La guerra fría y otras batallas, donde incluye Conferencia sobre la lluvia, el monólogo que se estrena el próximo 21 de septiembre en el Teatro Bellas Artes de Madrid protagonizado por Enrique Simón y dirigido por Guillermo Heras (auténtico exégeta este de la obra del autor de novelas como Arrecife o El apocalipsis).

En esta peculiar conferencia un bibliotecario quiere relacionar la poesía amorosa con la lluvia. Como un Quijote contemporáneo, ha ordenado muchas páginas, pero las páginas, a su vez, han desordenado su vida. Este intermediario entre los libros y los lectores se busca a sí mismo y comienza a hablar de lo que pasa cuando llueve. Y evoca a los poetas que utilizan la lluvia para liberarse del mundo. Dante, Goethe, Neruda, Vallejo… Es el triunfo de la mente sobre realidad que nos rodea…

“Siempre me ha intrigado la posibilidad de que alguien transforme una conferencia en una confesión. ¿Hasta donde controlamos lo que decimos? –se pregunta Villoro–. Al modo de un actor, el conferenciante puede olvidar sus parlamentos o sucumbir a la tentación de revelar algo incómodo o devastador”. Al mismo tiempo, Guillermo Heras destaca de este héroe ‘traspapelado’ su ambigüedad y contradicción.

A principios de los años noventa Villoro trabajó en la revista de la Biblioteca de México, experiencia que le llevó a pensar en un protagonista que fuera bibliotecario y que su modo de expresión se basara en un género como la conferencia, que, según reconoce, practica con temor y entusiasmo: "Estos y otros antecedentes me animaron a combinar los devaneos mentales y los predicamentos amorosos del protagonista con una disertación sobre un asunto cardinal de la literatura: el vínculo entre lluvia y poesía. Me interesaba que la confesión íntima sirviera de insólito respaldo a la exposición literaria".

“El héroe perfecto es dramáticamente plano. Prefiero los que representan luces y sombras arrojadas a las tablas, seres que que proyectan desde empatías a rechazos profundos”. Para el también director de la Muestra de Autores Contemporáneos de Alicane el monólogo es un género de alto riesto: “Por eso, este montaje necesitaba un intérprete valiente y comprometido como Enrique Simón”.

@ecolote