¿Qué libro tiene entre manos?
Por qué mirábamos las estrellas, de Antonio Pérez-Verde. La astronomía es mi hobby preferido.
¿Qué le hace abandonar la lectura de un libro?
Diré la verdad: nunca abandono la lectura de un libro. Me informo mucho antes de elegir.
¿Con qué personaje cultural le gustaría tomar un café?
Con Charles Chaplin. Cuanto más conozco su forma de trabajar más veo su fuerza. Le preguntaría tantas cosas...
¿Recuerda el primer libro que leyó?
La Ilíada, de Homero. Fui a un colegio muy exigente y con ocho años me adentré en la guerra de Troya.
¿Cómo le gusta leer, cuáles son sus hábitos de lectura?
Cuando leo por placer siempre en papel. En un avión, por la noche... No tengo un ritmo concreto.
¿Qué acontecimiento cultural le hizo cambiar su manera de ver el mundo?
El tiempo que viví en Grecia. Descubrí un auténtico ritual al ver obras en sus teatros antiguos.
¿Cómo se encuentra sobre el escenario a los 70 años?
Más divertido que nunca. Ahora actúo por placer, por lo que resulta muy relajante.
¿Se sigue considerando un bufón?
Más que nunca. E intento compartirlo con el público.
¿Por qué le seduce tanto la figura del chamán?
Porque nos devuelve al ritual. Va más allá. Los grandes actores son chamanes, han superado su dimensión humana.
¿Con qué personaje de los que ha interpretado en estos 70 años se identifica más?
No interpreto personajes. Soy los personajes. Son un trozo de mí mismo. No entro o salgo de una identidad. Es mi identidad.
¿Qué obra de teatro de su repertorio ha cobrado más interés en los últimos tiempos?
Yo, Mussolini. Con la ultraderecha subiendo y con vientos de guerra ha adquirido mucha intensidad.
¿Qué obra de teatro le ha impactado recientemente?
El teatro de calle que se está haciendo. Es gente muy joven y percibo mucha energía.
¿Asiste al “circo” de la política? ¿Qué “número” le ha interesado más últimamente?
El conflicto Vox-Partido Popular. Muy divertido. La sensación de que muchas personas conservadoras se ven superadas por el fascismo. Es lo mismo que ya ocurrió en el pasado. También cómo las instituciones siempre ganan a la revolución en movimientos como el del 15-M.
¿Qué tipo de música escucha habitualmente?
La música del Barroco aunque también soy muy consumidor de música étnica, de Brasil a Australia.
¿Le importa la crítica, le sirve para algo?
Si y no. No porque soy muy cabezota y voy adelante contra viento y marea. Y sí porque leo la crítica para ver si me puede ayudar.
¿Entiende, le emociona, el arte contemporáneo?
Me gustan las provocaciones. Eso es lo que más me gusta del arte contemporáneo. A veces atrapa mi atención como Banksy, que he intentado buscarlo…
¿Cuál ha sido la última exposición que ha visitado? Ejerza de crítico.
He presentado alguna de Julián Manzanares, que es amigo de toda la vida. Aunque es manchego vive en Mallorca. Es un gran intelectual y un gran pintor.
¿De qué artista le gustaría tener una obra en casa?
Ahora estoy coleccionando todo lo que tiene que ver con los payasos. Estoy llenando mi casa.
¿Le gusta España? Denos sus razones
Cuando me compré una casa en Mallorca, con 21 años, me gustaba su ambiente mediterráneo. Aún no era muy político. Me enamoré de España de una forma más artística que política. Me gustaba su luz. Entonces y ahora.
¿Qué iniciativa aplicaría para mejorar el sector cultural?
Creo que hay que apoyar más la cultura de calle. También a los espacios pequeños, quitar problemas burocráticos, hacer más cosas en las escuelas y... que los ministros vayan más a los espectáculos.