Berta Riaza ha fallecido este domingo a los 94 años de edad. La actriz desarrolló una carrera teatral y televisiva, con incursiones puntuales en el medio cinematográfico entre los años 1947 y 2003, formando parte de numerosos elencos que interpretaron obras clásicas y contemporáneas de los principales autores universales. En 1992 fue reconocida con el Premio Nacional de Teatro, galardón que compartió con Manuel de Blas.
Hija única, su padre, de origen argentino, y su madre tenían una peluquería de teatro y trabajaban como maquilladores. A los 13 años inició su formación como oyente en el Conservatorio de Música y Declamación. A comienzos de la década de los 50, Carmen Seco la introdujo en el teatro María Guerrero para hacer el meritoriaje. Su primera actuación fue un pequeño papel en Historia de una casa, de Joaquín Calvo Sotelo.
Allí trabajó durante cinco años bajo la dirección de Luis Escobar, Humberto Pérez de la Ossa y Alfredo Malqueríe, y tuvo por compañeros en los escenarios a Luis Prendes, Enrique Diosdado, José María Rodero, Adolfo Marsillach, Cándida Losada o Carmen Seco. En esta compañía intervino en el estreno de Día de abril.
Berta Riaza: "El teatro ha sido mi vida, mi maravillosa vida"
Tras interpretar numerosos papeles de reparto en el María Guerrero, ingresó en la compañía de Antonio Vico y Carmen Carbonell, para hacer de dama joven junto al galán de la compañía que era Antonio Vico Carbonell. Con este mismo equipo hizo un papel escrito para ella en El pobrecito embustero, de Víctor Ruiz Iriarte, y participó en la puesta en escena de La culpa es tuya.
A continuación, estuvo un año con José Tamayo para hacer Diálogo de Carmelitas, obra con la que debutó en Gijón. Tras interpretar Marianela en Barcelona, fue contratada por Pepita Serrador para el estreno de El zoo de cristal, donde hizo uno de los papeles que más le había gustado en sus primeros años de trabajo: Laura, "una chica, coja, tímida, enamorada, fracasada, que se recluye en su casa, en su zoo de cristal". También hizo teatro de cámara, en Barcelona y de gira por España, con las obras La cocina de los ángeles, La luna es azul, Desde tiempos de Adán y Antígona.
Posteriormente, trabajó en la compañía Lope de Vega, con Tamayo, en el Teatro Nacional Español, donde realizó destacadas interpretaciones en Las brujas de Salem y, como primera actriz, en La alondra, Seis personajes en busca de autor, La casa de té de la luna de agosto, La Celestina, El diario de Ana Frank, La Orestíada, El baile de los ladrones y El jardín de los cerezos.
Su incursión en el cine se produjo en 1959, con la película Diez fusiles esperan, de José Luis Sáenz de Heredia. Regresó a la gran pantalla en 1981, a las órdenes de Carlos Mira, en uno de los papeles protagonistas de Jalea real, inspirada en la historia del rey Carlos II el Hechizado. Dos años más tarde sería una de las coprotagonistas de Entre tinieblas, del director Pedro Almodóvar. Asimismo participó en Luces de Bohemia (1985), de Miguel Ángel Díez, con Paco Rabal y El placer de matar, de Félix Rotaeta, con Antonio Banderas. En el año 2000 participó en el cortometraje El Puzzle, de Belén Macías.
Cine y televisión
En los sesenta, a la vez que continuaba en el Teatro Español, fue una de las primeras actrices del Estudio Uno de Televisión Española (TVE), protagonizando La dama boba, de Lope de Vega, y Dulcinea, en versión de Gastón Batty, ambas en 1969. Otras apariciones en TVE fueron: Casa de muñecas, La heredera, Muerte de un viajante y Luces de Bohemia.
En 1987 y 1988 coprotagonizó con Agustín González la obra de Arthur Miller Todos eran mis hijos, dirigida por Ángel García Moreno, y el documental Lorca, memorias de un poeta (1987), que representó a España en el Festival de Televisión Prix Futura de Berlín. En 1988 intervino en la coproducción de TVE y la televisión portuguesa El marinero, dirigida por Javier Aguirre.
Además del mencionado Premio Nacional de Teatro en 1992, en 1995 recibió el Premio Unión de Actores a la mejor interpretación secundaria de teatro, en 1997 el Premio Unión de Actores a Toda una vida, y en 2007 la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes. También ostenta el Premio María Guerrero y la Medalla de Bellas Artes. En agosto de 2004 anunció su retirada de las tablas, después de cincuenta y cinco años de trayectoria en el teatro, el cine y la televisión.
Frente a su escasa presencia en la gran pantalla, se ha prodigado mucho en televisión, especialmente en los espacios dramáticos, interpretando decenas de personajes en las adaptaciones de teatro para la pequeña pantalla realizadas por TVE, sobre todo en los años sesenta y setenta. En 1980 interviene en la adaptación de Fortunata y Jacinta a cargo de Mario Camus.