Muchos pueblos del Levante español se tornan en invierno en lugares espectrales, preñados de melancolía. Humedad y soledad. Esa mutación atmosférica le parecía muy jugosa en términos dramáticos al valenciano Víctor Sánchez Rodríguez, que ha intentado atraparla en La Florida, obra que estrena este jueves en las Naves del Español. El dramaturgo y director del espectáculo confiesa que tenía en mente poblaciones como Nova Canet o La Pobla de Farnals, “donde el feísmo arquitectónico aflora, pero enfrente de la belleza persistente del mar”, precisa.
Allí coloca a cinco personajes a la deriva que aprovechan el descenso del precio de los alquileres en temporada baja para acoplarse en las moles de cemento vaciadas. Uno de ellos es un detective porque la trama arranca, como El crepúsculo de los dioses, con un cadáver flotando en la piscina. Un guiño al universo clásico yanqui. Aunque al investigador no lo perfila como el Marlowe de Chandler: “Es más autóctono y más tierno, con una masculinidad que no excluye la vulnerabilidad”, apunta Sánchez Rodríguez. Lo encarna Vito Sanz, al que acompañan Silvia Marsó, Lorena López, Francisco Reyes y Amparo Fernández.
Presumiblemente, será el último caso de su vida. Pero en La Florida no importa demasiado quién es el asesino. El misterio detectivesco opera, en realidad, como un simple mcguffin. “Yo lo que quería era hablar de la muerte y de la soledad, dos cosas que me dan miedo”, concluye Sánchez Rodríguez.