La soprano Renata Scotto (Savona, 1934), la última diva de la ópera italiana, ha fallecido a los 89 años. Era una de las voces más importantes de la lírica italiana y ha tenido una larga carrera que la ha llevado a cantar en los mejores teatros del mundo, así como dirigir y enseñar en los últimos años.
Scotto debutó muy joven, en 1952, en el Teatro Chiabrera de su localidad natal en el papel de Violetta Valéry en La Traviata de Verdí, en el teatro Nouvo de Milán. Un año después actuó en La Scala de Milán para cantar La Wally de Calini, junto a Renata Tebaldi y Mario Del Monaco.
Seria allí donde le llegaría su primer éxito, en el Festival de Edimburgo, donde con menos de dos días de preparación tuvo que sustitur a Maria Callas en la obra La sonambula. Ha trabajado con la grandes artistas como Luciano Pavarotti, José Carreras y Alfredo Kraus.
En su larga carrera, en la que fue primordial su maestra española Mercedes Llopart, cantó en los principales escenarios operísticos del mundo, como el Metropolitan de Nueva York, el Bolshoi de Moscú y la Royal Opera House de Londres, entre otros.
También, tendría muy buena relación con otra figura importante de la opera española: Plácido Domingo, con quien la soprano cantaría en 1988 en el Liceo la ópera Fedora, de Giordano.
También se dedicó a la dirección de ópera: la primera fue Madama Butterfly en 1986 en el Metropolitan Opera. Más adelante, llevó esta ópera a la Arena de Verona, la Ópera de Miami y Génova, mientras que en 1995 dirigió La Traviata, también en Nueva York.
Desde 1997, la soprano era miembro de la Academia Nacional de Santa Cecilia y en sus últimos años ha residido en Estados Unidos. Aquí, ha enseñado en la Juillard School of Music de Nueva York y en la Universidad de Yale. Según los medios locales, desde 2011, Scotto era viuda del violinista Lorenzo Anselmi.