Jonny Greenwood, Tom Skinner y Thom Yorke, integrantes de The Smile. Foto: Frank Lebon
The Smile, mucho más que un experimento: ¿el fin de Radiohead?
El grupo paralelo de Thom Yorke y Jonny Greenwood junto al baterista Tom Skinner lanza su segundo LP, 'Wall Of Eyes'
25 febrero, 2024 01:33Los ocho minutos de Bending Hectic ya serían más que suficientes para justificar la existencia de The Smile, el proyecto paralelo a Radiohead formado durante la pandemia por su líder, el infatigable creador Thom Yorke, y su guitarrista principal, Jonny Greenwood, junto al baterista Tom Skinner, de la banda de jazz Sons of Kemet. No en vano, esta pieza que transita de la calma a la tensión extrema, de arpegios sosegados a muros de distorsión a través de un sobrecogedor glissando orquestal, fue el primer adelanto del segundo disco de la banda, Wall of Eyes, que acaba de ver la luz.
Portada de 'Wall of Eyes'
Wall of Eyes
The Smile
XL Recordings. 12,99 E
Ocho son también los años que lleva Radiohead sin publicar nuevo material discográfico, por lo que este nuevo LP de The Smile –que el 28 de agosto dará en Valencia su único concierto confirmado por ahora para este año en España– ha disparado las especulaciones sobre un posible final de la banda matriz.
The Smile busca una identidad propia en este segundo álbum, ya sin Nigel Godrich, el productor habitual de Radiohead y Thom Yorke –al que acompañó como integrante de otro proyecto paralelo, el supergrupo Atoms For Peace, en el que también estaba Flea, el bajista de The Red Hot Chili Peppers–. Su lugar lo ocupa Sam Petts-Davies en un disco que ha sido grabado entre Oxford y los emblemáticos estudios Abbey Road de Londres, con unos excelentes arreglos de cuerda a cargo de la London Contemporary Orchestra.
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La impronta jazzística de Skinner enriquece una mezcla que se mueve entre el art rock, el rock progresivo y el krautrock y tiende a las estructuras y armonías complejas y los compases irregulares –encontramos una sección en 11/8 en Read The Room, y en Under Our Pillows Greenwood ejecuta un patrón de guitarra de 5/8 sobre un compás de 5/4, todo un rompecabezas rítmico–.
Es música de vocación intelectual, pero también emocional, con sitio para las melodías hermosas. Las letras, introspectivas y algo crípticas, hablan de la complejidad de las relaciones humanas o la paradoja del aislamiento social en un mundo hiperconectado, con ese “muro de ojos” acechando en nuestros dispositivos.
Una voz magistral
Nos encontramos con un Thom Yorke en la plenitud de sus facultades vocales. Parece ejecutar sin esfuerzo todos esos atributos que lo hacen inconfundible, como el falsete, los melismas –prolongando una sola sílaba en varias notas– y el sutil vibrato. Por el momento han visto la luz dos videoclips –Wall of Eyes y Friend for a Friend– dirigidos por Paul Thomas Anderson, que ya colaboró con el líder de Radiohead en el cortometraje musical Anima, de 2019.
Como Björk, el creador británico ha trascendido ya la estricta categoría de músico para convertirse en un artista multidisciplinar cuyo talento se expande en todas direcciones, ya sea el audiovisual, la danza, las artes plásticas, el arte performativo o todo a la vez. No sabemos qué será lo próximo, pero una cosa es segura: siempre habrá un muro de ojos pendientes de lo que haga Thom Yorke.
