El lunes 15 de julio a las 21:00 el rapero canario Cruz Cafuné publicó en sus redes sociales un enlace, "S€CR€T €V€NT", que conducía a la compra de unas entradas que salían a la venta el martes por la mañana. Se trataba de un evento secreto en el Teatro Barceló de Madrid, el miércoles 17 de julio a las 21:22. Una clásica referencia al 922, el prefijo de Santa Cruz de Tenerife, que siempre recuerda en sus canciones.

"922 la milicia, es el sindicato o la familia", canta Carlos Bruñas Zamorín (Tenerife, 1992). El rapero reivindica constantemente su identidad canaria, utilizando el vocabulario típico de allí en sus canciones para representar las ocho islas. Ahora, decidió ir hasta Madrid para organizar un evento privado ocultando todo tipo de trasfondo.

El martes por la mañana las entradas se agotaron en dos minutos. Sin tener ningún tipo de información, nadie podía imaginarse lo que se iba a venir. En las mismas entradas solo aparecía un Dj set. Nada más. El miércoles 17 enfrente del Teatro Barceló había una cola que daba la vuelta a la manzana y a las 21:00 la gente fue entrando hasta llenar el teatro. El aforo máximo permitido es de 350 personas.

La presentación del nuevo álbum 'Blues' de Cruz Cafuné en el Teatro Barceló de Madrid. Foto: Érika Blázquez

El ambiente estaba envuelto en una luz azul dónde aparecía el logo blanco Blu€s. El calor de los cuerpos apretados y la agitación de la espera reflejaban las altas expectativas de la sala. Empezó la sesión de Dj que duró casi dos horas. La gente estaba empezando a desesperarse. Cruz Cafuné todavía no había aparecido. "Estáis locos, habéis pagado 10 euros para algo que no teníais la mínima idea de lo que iba a ser", anuncia el canario. Fue a las once cuando, por fin, subió al escenario acompañado por los traperos West Dubai, Soto Asa y Abhir Hathi, su brazo derecho.

"Estamos aquí un petit comité, porque solo unos pocos han sido los afortunados que han conseguido entrada", afirma el cantante. Cuenta que hasta ahora no ha sido su mejor verano. Desde la publicación de su último álbum, Me muevo con Dios, el rapero no se ha mostrado mucho en la escena pública. El 28 de marzo salió su último tema con Yung Beef Konbini Wars. Después, no se supo nada más de él. Cruz Cafuné siempre ha vivido en sus sombras, manteniendo su imagen alejada del mundo de la fama que devora hasta convertir a los cantantes en otros muñecos más de la industria.

Las notas de Blues

"Esta noche no voy a cantar, pero quiero presentar mi nuevo EP que estará disponible mañana a las 12 de la noche. Ahora fiesta, pídanse una copa". Así anunció Cruz Cafuné, con su tipico acento canario, la salida de su nuevo álbum que transmitió en altavoces solo para los presentes durante la siguiente hora. El público prendió fuego al instante. Fue poniendo canción por canción con todas las letras. Desapareció del escenario y apareció en la pantalla grande que transmitía la portada de todas las canciones con videos en negativo del cantante pintando.

Blues es el título del nuevo disco de Cruz Cafuné que verá la luz esta noche. Se trata de 6 canciones, algunas de rap duro con barras potentes y otras de un rap más melódico, más en línea con su R’n’B de siempre. M€ntiras, Do it 4 th€ gram, La raíz d€l mal, Rang€ Rov€r, Casado con el fu€go, son solo algunos de los títulos de las nuevas canciones. Es un álbum enérgico, lleno de fuego y pasión. El público, animado, bailaba y gritaba.

Sin embargo, en cuanto la reproducción del EP terminó la gente, cansada, empezó a irse. Ya no esperaban nada más. Fue entonces cuando Cafuné subió de nuevo al escenario y, contradiciendo sus intenciones iniciales, empezó a cantar. "El don no se emula, es algo que llevo por dentro como una mula". Empieza entonando su single del 2022 para luego pasar a dos temas del último álbum. Turbo // Epifanía y Goofy ahh luv joint. Tres canciones y terminó todo. A las 12 empezaba un after party y la fiesta se alargó hasta la madrugada.

Desde las islas hasta las estrellas

Cafuné viene de las islas, ese lugar con el mar helado y la luna siempre visible. Se abrió camino en el mundo musical gracias a varias colaboraciones y creyendo profundamente en su voz. Su primer álbum, Maracucho Bueno Muere Chiquito (2018), cuenta la historia de un chico tinerfeño que vive en un universo crudo y despiadado. Fue su primer intento de hacer narrativa y, tímidamente, algo de política.

Cuenta sus contradicciones, los desamores, la dificultad de vivir en un mundo complejo, individualista. Sus canciones siempre siguen un hilo conductor; su música es inteligente, meditada. Moonlight922 remite a la noche y a la luna llena, expresando la parte más emotiva de Zamorín. Por esto, había ideado un recurso para que el primer single solo se pudiera escuchar de noche. Por la mañana estaba desactivado. Por desgracia, duró sólo 48 horas porque la gente empezó a filtrarlo, pero la idea quedó imprimida. La portada del disco representa el volcán El Cuervo en Lanzarote, así como la luna llena.

El cantante experimenta, se adentra en las profundidades del mundo de la música, no se queda nunca en la superficie. No es uno de tantos y se nota. Entrega su alma a sus canciones, cuenta la tristeza, con sus dolores y decepciones, transmitiendo una autenticidad única. Visión Túnel fue su anterior EP, que también presentó antes de subirlo a las plataformas digitales en un directo en la plataforma de YouTube. Muchas colaboraciones y buena música.

Los brazos abiertos en cruz y los ojos cerrados mientras cae del cielo sobre un mar rodeado de tiburones. Este es el último Cruz Cafuné. Me muevo con Dios cumplió un año en mayo. Es su álbum más completo que reúne sounds de todos tipos. 23 canciones desde el rap puro a melódicas armonías que conmueven. Las frecuencias cambian, pero los cuerpos no dejan de vibrar. Esta es la magia de Cruzzi. Y ahora Blues. Un gran regalo. Cafuné no deja de sorprender y de encantar al mundo con su voz canaria, suave pero dura.