Julio Bocca. Foto: Robert Yabeck

El Ballet Nacional del Sodre, que dirige desde 2010, despliega en Madrid, El Escorial y Barcelona la diversidad de su repertorio con dos programas que abarcan el ballet clásico (Coppélia) y la creación actual (Without Words, de Duato). La compañía, en plena expansión artística, es un referente de la danza iberoamericana.

La danza es una de las grandes apuestas en estas fiestas. El Ballet Nacional del Sodre (BNS), de Uruguay, nos visita en tres de los espacios más habituales para la danza de gran formato: el Liceo de Barcelona, el Teatro Auditorio de San Lorenzo de El Escorial y los Teatros del Canal de Madrid. Tres escenarios donde se verán programas que abarcan el ballet romántico y la creación contemporánea.



Julio Bocca (Buenos Aires, 1967), director Artístico del BNS desde 2010, cuenta con una brillantísima carrera como bailarín que lo convirtió en referente para su generación y un auténtico icono de la danza del siglo XX. El argentino, ya retirado de las tablas, lidera hoy una compañía que nació en 1935 para poner en pie las obras del repertorio de ballet clásico en Uruguay; poco a poco, el BNS fue incorporando otros estilos de danza para mostrar una mayor oferta estética y evitar anclarse en un repertorio monocromo. Actualmente a la compañía le respaldan más de 100.000 espectadores anuales y un elenco artístico del que un 60% de bailarines es uruguayo. "Es una compañía con mucha tradición", explica Julio Bocca a El Cultural, "que se modernizó en los últimos seis años y hoy en día se posiciona como una de las mejores compañías de América latina".



Esta versión de Coppélia es la más alegre, entendible y ágil que he visto o bailado. Es ideal para Navidad"

Coppélia constituye uno de los programas que el BNS ofrecerá en nuestro país: un ballet histórico, con música de Delibes, que Bocca define como "ballet-pantomima" porque tiene una importante parte dramática intercalada con la puramente bailada. La versión que presentan, de Enrique Martínez, "acentúa ese aspecto del ballet", explica. "Esta Coppélia se estrenó en la Brooklyn Academy of Music de Nueva York hace ya más de cuatro décadas y es una de las versiones más completas que existen. Es alegre, entendible y más ágil que cualquier otra versión de esta obra que yo haya visto o bailado". Todo un reto para los intérpretes porque, además de las exigencias técnicas, "el bailarín tiene que pasar por muchos registros teatrales, desde la alegría a la tristeza, recorriendo todo un abanico de sentimientos".



La coreografía original de Coppélia (París, 1870) era de Arthur Saint-Léon y no se representa con absoluta fidelidad hoy en casi ninguna compañía, pero la mayoría de las versiones sí han mantenido su estructura argumental y la ambientación escénica de entonces. A partir del libreto de C. Nuitter, sobre un cuento de E.T.A. Hoffmann, el ballet se aleja del carácter trágico del relato original y se convierte en una comedia ligera con final feliz. Esta versión creada para el American Ballet Theatre (ABT) cuenta, en el BNS, con diseños de José Varona. Martín García dirigirá a la Orquesta Sinfónica del Liceo y a la Sinfónica Verum en Barcelona y Madrid, respectivamente. "Nuestro montaje es fresco y colorido; puede gustar a toda la familia, y es ideal para las épocas navideñas", explica Bocca. Él recuerda muy bien esta Coppélia porque la bailó durante sus años como Principal Dancer en ABT. En esa compañía -y ya en esa categoría- ingresó de forma meteórica en 1985 tras ganar la Medalla de Oro del Concurso de Moscú, y allí transcurrieron los siguientes veinte años de su carrera: bailó con estrellas como Carla Fracci, Cynthia Gregory y Natalia Makarova, y formó una pareja emblemática con la italiana Alessandra Ferri.



Mi experiencia me sirve para ponerme en la piel de los bailarines y saber cuánto puedo exigirles"


Pregunta.- ¿En qué medida le sirven sus experiencias pasadas como bailarín a la hora de dirigir el BNS?

Respuesta.- Sobre todo para ponerme en el lugar de los bailarines, conocer sus necesidades, pero también saber cuánto se puede exigir de ellos.



P.- ¿Cree que ha cambiado la forma de bailar, en general, en estos últimos años?

R.- Sí, ha cambiado mucho... pero sobre todo ha cambiado el público. Me parece que hoy las obras tienen que adaptarse a la velocidad de la sociedad, siendo más cortas e intensas para captar la atención del público.



El Ballet Nacional del Sodre. Foto: Carlos Villamayor

El programa que el BNS interpretará en El Escorial incluye Paquita (en versión del bailarín Luis Ortigoza para esta compañía), One and Others (una pieza sólida y minimalista de Demis Volpi con música de Christos Hatzis) y Sinfonietta, una creación ya célebre de Jirí Kylián con música de Janácek, estrenada en 1978, que marcó toda una etapa del Neederlans Dans Theater, dirigido entonces por este coreógrafo. En Madrid, el público no sólo podrá ver Coppélia, sino también un programa mixto que junto a Sinfonietta incluye otra pieza de Kylián, la bellísima y exigente Petite Mort, creada sobre los Conciertos para piano y orquesta KV 488 y 467 de Mozart que fue estrenada en el Festival de Salzburgo en 1991, y Without Words, de Nacho Duato, con música de Schubert; esta pieza, de 1998, fue la segunda creación del coreógrafo español para el ABT y juega con el romanticismo implícito en el ambiente sombrío que la música -instrumental, a partir de las canciones del compositor- ofrece.



Es un honor montar Without Words de Nacho Duato en España, en su propia tierra"

P.- ¿Qué aportan estas piezas de Kylián o Duato al repertorio de la compañía?

R.- Son coreografías muy enriquecedoras para bailarines de formación clásica; les permiten desarrollar su musicalidad, la calidad y la dinámica de sus movimientos. El BNS tiene tradición clásica y un público acostumbrado a cierto repertorio, así que con estas piezas tenemos la oportunidad de darles a conocer diferentes estilos de danza y tener la posibilidad de que conozcan a estos grandes coreógrafos.



P.- ¿Es, por su experiencia, distinto el público de Madrid o Barcelona al de otros lugares?

R.- Se nota que es un público que tiene la posibilidad de acceder a compañías de danza muy diversas, y es muy conocedor y exigente. La última vez que giramos con la compañía por España fuimos recibidos con mucho entusiasmo y calidez.



El BNS se enfrenta a un periodo de apertura artística. La próxima temporada presentará Hamlet Ruso de Boris Eiffman, Don Quijote (en versión de Silvia Bazilis y Raúl Candal sobre el original de Petipa), Theme and Variations de George Balanchine, Chacona de Goyo Montero y Encuentros, de la joven uruguaya Marina Sánchez, una coreógrafa emergente que baila como solista en el BNS. También el Romeo y Julieta de MacMillan o El Cascanueces de Silvia Bazilis ocuparán parte de sus actuaciones de 2017.



Antes del pasado verano, Bocca decidió tomarse un respiro, provocando un enorme revuelo. Finalmente, volvió a su puesto apenas un mes después. En ese tiempo se reorganizó el BNS y hoy Bocca se declara "muy feliz de llevar a la compañía a España". Y, en una muestra de respeto por la creación actual, añade: "Es un honor haber podido montar Without Words, de Duato, en su tierra".



@ElnaMatamoros