“Lo que la pasión política o la guerra desgarran lo puede coser el arte”. Con estas palabras de Gregorio Marañón el coreógrafo y bailarín Daniel Doña (Granada, 1977) presenta Entre hilos y huesos, un montaje que estrena en los Teatros del Canal este 7 de octubre como un acto poético sobre la libertad, la lucha y la memoria a través de la danza. La compañía DDC y Doña suben al escenario de la Comunidad de Madrid un recorrido por las vanguardias de la II República, la Guerra Civil, el franquismo y, finalmente, la democracia convertido en una lectura sincrética y desprejuiciada de nuestra historia.
"El flamenco es un arte sin fronteras que evoluciona con su tiempo y si no me ayuda a expresarme con naturalidad para mí no es flamenco”. Daniel Doña
“La obra -explica Doña a El Cultural- se acerca a la historia a través del arte, activando las huellas de quienes algún día las crearon. Es una cartografía diseñada en torno a los conceptos de identidad y diversidad. Dramatúrgicamente, aborda cuestiones que caracterizan la vida cultural de un periodo tradicionalmente considerado como un páramo. Una época compleja en la que cobran especial relevancia las alianzas y los enfrentamientos entre arte y poder y palabras como resistencia, represión, reinvención o exilio”.
Uno de los aspectos más impactantes del montaje es el vestuario de Belén de la Quintana y Ricardo Vergne y la puesta en escena de Elisa Sanz. Para Doña, el espacio está desvinculado de la narrativa histórica. Este imaginario me ha permitido crear una dramaturgia que fluctúa entre la ficción y la crudeza vivida en algunos pasajes que han marcado nuestra historia más reciente. Las máscaras que usamos nos despojan de identidad, es una metáfora de los miles de protagonistas de historias enterradas en la memoria”.
Junto a Doña estará Jordi Vilaseca, que compartirán escenario con Sara Jiménez, José Alarcón, Miranda Alfonso y Cristian Martín. Las guitarras de Antonia Jiménez y Paco Cruz, el violonchelo de José Luis López, la percusión de Nasrine Rahmani y el cante de Inma La Carbonera y David Vázquez forman Entre hilos y huesos, que contará también con Manuel Liñán y Marco Flores como coreógrafos invitados.
Doña, que el próximo día 23 llevará a la Fundación Juan March Hábitat dentro del ciclo Danza Hoy, quiere difuminar las líneas fronterizas para armonizar corrientes opuestas: “Creo que estos aspectos revitalizan el flamenco. Esta filosofía es la que hace crecer mi discurso coreográfico. El flamenco es un arte sin fronteras que evoluciona con su tiempo y si no me ayuda a expresarme con naturalidad para mi no es flamenco”.
La danza actual es una de las preocupaciones del bailarín y coreógrafo, que considera que está en fase de supervivencia. “Ya venía adolecida por la crisis de 2008 -explica-, pero la pandemia ha herido profundamente el sector de la cultura. Todavía andamos buscando cómo relacionarnos con el arte. La danza no solo la construyen los perfiles que están en posiciones privilegiadas, con funciones, con visibilidad y con capacidad para mantenerse a flote. En la actualidad también la forman profesionales que han tenido que dejar su independencia para volver al hogar familiar, que han buscado porvenir en otros sectores o que han cerrado espacios de creación y dinamización cultural… y no son invisibles. Están ahí y los esperamos en los escenarios”.