Coincidiendo con el Día de la Hispanidad, el Ballet Español de la Comunidad de Madrid (BECM) se estrenó este sábado en la Sala Roja de los Teatros del Canal con dos propuestas interesantes: Suite Española op. 47, de Albéniz, y Epifanía de lo Flamenco.
Con una veintena de bailarines, música en directo, un presupuesto generoso y la dirección artística de Jesús Carmona, este estreno nos deja un espectáculo ligero con mucho espacio para profundizar.
En la primera parte —Suite Española— la recién nacida compañía bailó la emblemática pieza de Albéniz respetando el orden original, con la loable y aplaudida finalidad de salvaguardar la historia y la tradición.
Sin embargo, no muchas fueron las luces de la interpretación realizada por los jóvenes bailarines de la BECM. En numerosas ocasiones la necesaria sincronización estuvo ausente y, quizá lo más llamativo, el trabajo con las castañuelas evidenció un largo camino por recorrer.
Mas no todo fueron sombras. En la Suite Española destacó con brillantez el solo de Jesús Carmona en Asturias y un cierre inesperado, donde el bailaor se hizo acompañar por la guitarra de Ángel Flores para interpretar Cuba.
Luego de un breve descanso, el telón sube para dar paso al estreno de Epifanía de lo Flamenco, una creación de Carmona para el BECM que contó con la colaboración del guitarrista Juan Requena y el cantaor Kiki Morente.
Con un arranque potente a la par que teatral, Epifanía de lo Flamenco se nos muestra como un viaje a través del tiempo, desde los palos fraguados entre España y las Américas, conocidos como cantes de ida y vuelta, a los Caracoles y el palo flamenco más representativo de Madrid.
En esta segunda parte, aunque no exenta de pequeños desajustes superables con el rodaje y la experiencia, la BECM hizo gala de solvencia artística, academia y hasta ángel. Siempre quedará en la retina la innovadora representación de los Panderos por su fuerza y creatividad. No obstante, sería recomendable hacer una revisión crítica de la duración y armonía de las últimas frases coreográficas para sumar presteza al final.
Se vaticina un interesante recorrido para esta joven compañía a quien el público asistente en la noche del estreno le dio la más cálida de las bienvenidas con aplausos y vítores para el regocijo de bailarines, músicos y personal técnico.