Asturias romántica

El romanticismo sigue mandando en las programaciones operísticas. Es el repertorio más cultivado y el que el público continúa prefiriendo, como podemos apreciar en la programación de la Temporada Operística de Oviedo que comienza el próximo lunes. La nueva apuesta de este año es La bohème, en las cuidadosas manos musicales de Ros Marbá y las siempre imaginativas de Emilio Sagi, capaz de plantear una escena bonita y agradable (esperemos que no en detrimento de los valores dramáticos). La segunda pareja, Musetta y Marcello -María José Moreno y Manuel Lanza- puede dar mejor juego que la primera, Rodolfo y Mimí, un irregular Alfredo Pórtilla y una Giusy Devinu más atractiva en la coloratura donizettiana.

La Anna Bolena de este compositor ha sido encomendada a la creciente Ana María Sánchez, una artista que sabe distribuir y aprovechar sus medios, de lírica muy ancha, para cantar con inteligencia, gusto y rigor estilístico. Se enfrenta a un difícil reto.

Una de las voces wagnerianas más en boga es la del americano Robert Hale, barítono algo descolorido más que bajo-barítono, que encarnará al atribulado Holandés en la ópera de Wagner. La musical soprano lírica Eva Johansson puede ser una Senta de interés.

Gabriel Sadé, la veterana Anna Tomowa-Sintow y el todoterreno Alexandru Agache se reparten el protagonismo en Andrea Chénier de Giordano. La italiana en Argel de Rossini pondrá punto final a la temporada. La mezzo de la tierra Lola Casariego abordará el nada fácil papel de Isabella, que aúna sentimentalismo, melodía tendida y ardua coloratura. La aventura será dirigida musicalmente por el animado y conocedor Alberto Zedda, una autoridad en la materia no siempre infalible con la batuta.