Image: Antón García Abril
Antón García Abril
Obras para piano y orquesta
25 octubre, 2000 02:00
Leonel Morales es un pianista de gran poderío técnico e intensa personalidad musical. Formado en Cuba, ha enraizado su carrera en España y hecho suya la tarea de mostrar nuestro repertorio. En este disco presenta las dos grandes piezas para piano y orquesta que, por el momento, ha escrito Antón García Abril.
El Concierto es una composición de 1966, revisada profundamente 30 años después. El carácter garciabreleño se nota en el movimiento lento, Coral, y en los otros dos oímos al compositor turolense fascinado con las síncopas y los colores brillantes de la música norteamericana. Pero no siguió por este camino, digamos, a la Bernstein, sino por el de la destilación enésima de los gestos musicales propiamente españoles, puestos en un contexto de aires debussyianos, bartokianos y stravinskianos. Eso es lo que oímos en los Nocturnos de la Antequeruela. Sobresale aquí la coherencia de la construc- ción y el estatismo estilístico. Poco de sustancial cambia a lo largo de su media hora de duración. No acaba de llegarme del todo este universo. Sus acumulaciones no me mueven, pero me cautivaron algunos de sus climas, como la bella Constelación 2.
El Concierto es una composición de 1966, revisada profundamente 30 años después. El carácter garciabreleño se nota en el movimiento lento, Coral, y en los otros dos oímos al compositor turolense fascinado con las síncopas y los colores brillantes de la música norteamericana. Pero no siguió por este camino, digamos, a la Bernstein, sino por el de la destilación enésima de los gestos musicales propiamente españoles, puestos en un contexto de aires debussyianos, bartokianos y stravinskianos. Eso es lo que oímos en los Nocturnos de la Antequeruela. Sobresale aquí la coherencia de la construc- ción y el estatismo estilístico. Poco de sustancial cambia a lo largo de su media hora de duración. No acaba de llegarme del todo este universo. Sus acumulaciones no me mueven, pero me cautivaron algunos de sus climas, como la bella Constelación 2.
