Los conjuntos de la ópera de Roma no son nada del otro jueves, pero cumplen bajo la eficiente dirección de Solti. Price es la mejor Aida jamás grabada: lo tiene todo para dar una interpretación histórica: timbre, caudal, técnica, sentido del fraseo... Además, aquí no ha de salvar agilidades. La voz de Jon Vickers no es bella, pero matiza...