Image: Joseph Haydn: Sinfonías núms. 64, 65, 94 y 104. Acis y Galatea (obertura).

Image: Joseph Haydn: Sinfonías núms. 64, 65, 94 y 104. Acis y Galatea (obertura).

Música

Joseph Haydn: Sinfonías núms. 64, 65, 94 y 104. Acis y Galatea (obertura).

21 marzo, 2001 01:00

Sinfónica de Heidelberg. Thomas Fey. Hänssler Classic 98.340 y 357 DDD

La serie dedicada a las Sinfonías de Haydn que acaba de inaugurar Hänssler promete cosas interesantes. Thomas Fey (1960) es un músico que lleva ya algunos años haciendo cosas de valor al frente de sus dos conjuntos, la Schlierbacher Kammerorchester y la Heidelberg Sinfoniker. Sobre todo en el campo de la música del período clásico y temprano romanticismo.
La muestra que hasta ahora tenemos nos revela un criterio musical firme, unas líneas maestras bien asentadas y una capacidad de otorgar nueva luz a los pliegues, en ocasiones bastante maltratados, de estas obras, que en estas interpretaciones se nos ofrecen claras de texturas, contrastadas de dinámicas, acentuadas siempre con una notable preponderancia de la primera parte del compás, herencia de la época barroca recogida por los compositores de la segunda mitad del XVIII. Puede discutirse que casi siempre los sforzandi se conviertan en 2 f. Pero Fey, apoyado en formaciones aplicadas y equilibradas, es hábil para establecer respiraciones, atmósferas y para seguir una línea legato muy aceptable.
Puede chocar sin duda que estos criterios, que evidentemente son hijos de ciertas propuestas de Harnoncourt -de quien Fey ha aprendido no poco-, se queden un tanto a medio camino porque las orquestas son modernas, a excepción de los metales, lo que quizá priva a la experiencia de una mayor contundencia tímbrica. En todo caso, hay momentos magníficos: comienzo neblinoso y modulante de la 104; final desbordante, con notable presencia del timbal, de la 94; canto fino y delicado, muy matizado del cierre de Los adioses, transparencia en la obertura de Acis y Galatea... Fey es siempre más sutil que Roy Goodman con su Hanover Band y superador de algunas de las limitaciones de Dorati con la Philharmonia Hungarica.