Image: Y se hizo la luz

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Música

Y se hizo la luz

Arranca la XL semana de Música religiosa en Cuenca

4 abril, 2001 02:00

El próximo viernes dará comienzo la Semana de Música Religiosa de Cuenca, uno de los festivales especializados más importantes del mundo, que había caído en una época de franca decadencia. Con un nuevo equipo directivo, el festival pretende recobrar su antigua categoría contando con figuras de la talla de Gustav Leonhardt, Jordi Savall o Roger Norrington.

Llevaba años, casi lustros, esta manifestación músico-sacra con problemas de financiación y particularmente de programación. Parecía necesario un revulsivo para relanzarla; una inyección monetaria e imaginativa al tiempo. Gozosamente, el remedio ha llegado y esta edición se inicia con nuevo y esperemos que permanente pie. La programación tiene ya evidentemente otro lustre, pero hay que esperar que en años sucesivos alcance una cohesión, homogeneidad y coherencia aún mayores.

Bach, un año después de su 250 aniversario, es el compositor más programado, lo que no debe de extrañar dada la calidad de su obra y su conexión con el culto, bien que protestante. Sus dos Pasiones más célebres abren el fuego, los días 6 y 7 de abril. La de San Juan tendrá de seguro un austero recreador en el sobrio y magro Gustav Leonhardt, que se sitúa al frente de los conjuntos barrocos de Friburgo. El más sanguíneo y efusivo Roger Norrington se encarga de la de San Mateo, cuyo dramatismo, serenas melodías y agreste tímbrica serán servidos por la excelente Orquesta del Siglo de las Luces y su Coro.

Un conjunto en boga

Bach también en el cierre de la muestra, el día 15: Oratorio de Pascua y Oratorio de la Ascensión de Cristo. Un conjunto sinfónico-coral muy en boga, La Stagione de Frankfurt, que dirige Michael Schneider, puede dar excelente tratamiento a esta música. Los textos serán interpretados por solistas de recia estirpe barroca.
Otro de los grandes, Monteverdi, tiene su sitio con sus maravillosas Vísperas de la Virgen María, que tomarán cuerpo sonoro en los timbres de unas agrupaciones inglesas muy especializadas, los Sacabuches, Cornetas y Conjuntos de Voces de Su Majestad, dirigidos por Timothy Roberts.

Haydn por duplicado

Hablando de grandes, Haydn y Mozart están asimismo presentes. El primero por partida doble, aunque la obra programada lo sea por dos veces. Interesante, desde luego, es escuchar en el espacio de unos días la versión para cuarteto de cuerda de las Siete Palabras de Cristo en la Cruz, en los arcos aplicados del Cuarteto Sine Nomine, y la versión original, es decir, para orquesta sinfónica, que será traducida por el espléndido Concert des Nations que gobierna el ubicuo Jordi Savall, y que completa su intervención con motetes de Victoria (13 de abril). Más Victoria, en un programa titulado El Misterio de la Cruz, será servido en las voces de los asiduos y competentes The Sixteen de Harry Christophers (11).

De muy distinto signo son otros conciertos, ofrecidos en las voces de instrumentos modernos. Así el del 12, protagonizado por la Sinfónica de Galicia y el Coro de la Comunidad de Madrid, de cuya colaboración pueden salir buenos frutos. La batuta seria y solvente de Víctor Pablo Pérez es la destinada a dar forma al motete Exsultate jubilate de Mozart, que será aireado por la clara y timbrada voz de la soprano Isabel Monar, y al Réquiem del salzburgués. Un atractivo complementario es el estreno de Ex corde de Mozart-Tuba mirum, obra encargada a Carlos Cruz de Castro. Se trata de un trabajo muy serio, una suerte de originales variaciones sinfónicas sobre esa parte de la misa de difuntos mozartiana.

El día 14 se combinan García Abril, con su Cuarteto de Agrippa, y Olivier Messiaen, con su bellísimo Cuarteto para el fin de los tiempos. El avezado grupo Villa Música será su intérprete. Y Messiaen también en las manos del pianista ruso Anatol Ugorski. El excéntrico artista ofrecerá el 9 dos de las Veinte miradas sobre el Niño Jesús del músico francés, en un programa perfectamente arquitecturado con la Fantasía cromática y fuga en re menor de Bach, 3 Corales y un Preludio y fuga del mismo autor en transcripción de Busoni, su Chacona en re menor en arreglo de Brahms y, de las Armonías poéticas y religiosas de Liszt, Bendición de Dios en la soledad.
Los dos últimos días del certamen se da paso al canto gregoriano con la presencia de la entusiasta Schola Antiqua de Juan Carlos Asensio, con los siguientes programas: Officium defunctorum-Sabbato Sancto y Misa Solemne para el Domingo de Resurrección.