Image: Quince años del Festival de Peralada

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Música

Quince años del Festival de Peralada

11 julio, 2001 02:00

Tres lustros hace que Peralada se abrió a la música. Han pasado rápido y con importantes cambios en el certamen, que parece encontrar al fin su norte, su equilibrio y su proporción. Siempre fue un festival algo disperso, con cosas de interés pero sin especial ilación. Todo va asentándose, se buscan nexos, se establecen coproducciones y se intenta estar a la última.

La atención a lo nuevo aparece primordialmente centrada en el estreno en España, el 21 de julio, de la reciente ópera de Aribert Reimann Bernarda Alba Haus (La casa de Bernarda Alba), basada en la obra de Lorca, que se presentó con inusitado éxito hace muy pocos meses en Munich. El lenguaje severo y riguroso de Reimann, un compositor de muy sólida formación, consigue penetrar en el metafórico y poético mundo del escritor andaluz en una producción, calificada por la cítica alemana como sublime y espectacular, dirigida en lo musical por Windfried Möller y por el imaginativo y ubicuo Harry Kupfer en lo escénico. Tenemos también, el 1 de agosto, la presentación, a cargo de Rostropovich, el Coro de Ohrenburg y el Grupo de percusión de la Orquesta Filarmónica Lituana, de una reciente partitura de la aclamada Sofia Gubaidulina, Cántico del sol, sobre textos de San Francisco de Asís. En el mismo capítulo anotamos, el 10 de agosto, el estreno de una obra del siempre inquieto Alberto García Demestres a cargo de la Orquesta Nacional de Cámara de Andorra.

En la parcela de efemérides hay que señalar un concierto de fragmentos operísticos, con la veterana Caballé al frente, en conmemoración de los XV años de la muestra (14 de julio), y otro (15 de agosto) con motivo de los diez años de colaboración de la Orquesta de Cadaqués, en el que el conjunto aparece dirigido por su permanente invitado, Sir Neville Marriner. Obras de Montsalvatge, Rachmaninov (con Virsaladze) y Dvorák en los atriles. Lo sinfónico-vocal viene servido por el casi obligado Requiem de Verdi, una prueba excelente para ver las capacidades de Ernest Martínez Izquierdo, que tendrá a sus órdenes a la Orquesta de la ópera de Sofía y al avezado Orfeón Donostiarra (27 de julio), que al día siguiente será dirigido por su titular, José Antonio Sainz Alfaro, en Iván el Terrible de Prokofiev, donde actuará como narrador el popular actor Juan Echanove.

La ópera de repertorio se hace presente con dos de las obras del Tríptico pucciniano, la trágica Il tabarro y la cómica Gianni Schicchi, en torno al barítono menorquín Joan Pons, los días 14 y 16 de agosto. William Christie y su fabuloso conjunto Les Arts Florissants interpretarán el oratorio de Haendel L’Allegro, il penseroso ed il moderato (22 de julio). Y lo vocal está asimismo presente en el recital de Eva Marton (6 de agosto) y en el de Ainhoa Arteta y su marido el barítono Dwayne Croft (3 de agosto).