Image: FRANZ SCHUBERT: Quinteto en do D 956
FRANZ SCHUBERT: Quinteto en do D 956
Esta obra maestra schubertiana, para dos violines, viola y dos violonchelos, ha conocido espléndidos registros discográficos, entre los que situamos el histórico de Casals y sus compañeros en Prades, que data de los cincuenta. El que ahora nos ofrecen el Festetics y Wieland Kuijken -éste último tocó muchas veces en Madrid, como solista de viola de gamba, la Pasión según San Mateo de Bach a las órdenes de Fröhbeck-, magníficamente grabado en Budapest, se coloca desde este momento en lugar preferente. Los instrumentos de época suenan maravillosamente, con una tímbrica muy adecuada, una extraña mezcla entre dulzura y agresividad. Toda la potencia constructiva del monumental Allegro ma non troppo inicial (más de 19 minutos) está muy bien servida. Los abismos de la sección central del sobrecogedor Adagio están bien avistados. Estos músicos no descuidan tampoco los aspectos rítmicos, fundamentales en el Scherzo y el falso Allegretto final. Una versión de alucinada expresividad.
