Image: La Flauta suena de nuevo

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Música

La Flauta suena de nuevo

23 enero, 2002 01:00

Escena de la Flauta Mágica en producción del Liceo

Una de las producciones operísticas españolas de más éxito en los últimos años es la ideada en lo escénico por Joan Font, del grupo de Els Comediants, y servida en lo musical por Josep Pons, con escenarios y figurines de Joan Guillén. Es un montaje un tanto naïf, ingenuo, lleno de colorido, de gracia y muy bien movido. Este sublime singspiel pierde así algo de trascendencia para ganar en vivacidad y amenidad. Revela en todo caso que para recrear dignamente una ópera importante a veces no son necesarios grandes presupuestos. La imaginación puede tener la palabra. Ahora es el Teatro de la Maestranza de Sevilla el que sube a su escenario este trabajo conjunto los días 27, 29 y 31 de enero y 2 de febrero. Entre los cantantes escogidos para esta ocasión destaca la presencia del barítono Matthias Goerne, uno de los liederistas mayores de la actualidad que ha hecho suyo el papel de Papageno, ese hombre pájaro tan entrañable, una proyección del ánima del propio Mozart, una corporeización de sus anhelos. Goerne lo ha cantado en Salzburgo durante los últimos años en una sonada y rupturista producción. A su lado figura un elenco estimable, con Ofelia Sala -valenciana triunfadora en Alemania- (Pamina), Valeria Esposito (Reina de la noche), Roberto Saccà (Tamino) y Stephen Milling (Sarastro), a la cabeza.

Mozart magiar
Zoltan Kocsis está considerado como uno de los pianistas húngaros más brillantes de su generación junto a Dezso Ranki y András Schiff. En los últimos años, sin embargo, parece compatibilizar su trabajo en el teclado con la dirección de orquesta. Buena muestra de su labor en ambos campos podremos constatarla en la amplia gira que llevará a cabo con la Budapest Mozart Orchestra, por él creada. Con ella recorrerá, desde esta tarde, Barcelona, Zaragoza, Oviedo, Valencia y Alicante para concluir en el Auditorio Nacional, con un repertorio dedicado íntegramente al compositor salzburgués, donde alternarán, entre otras obras, los Conciertos Kv 414 y 595.

Brumas nórdicas
Entre los directores nórdicos, el nombre de Ari Rasilainen es uno de los últimos en haberse subido al carro internacional desde su puesto titular en la Radio de Noruega con la que nos visitará en abril. Ahora, sin embargo, acude junto a la Sinfónica de Galicia para ofrecer una selección de compositores nórdicos. Se incluye una selección del popularísimo Peer Gynt de Grieg, el Concierto de violín de Sibelius con la nueva estrella del instrumento, Nicolai Znajder y, lo más llamativo, el estreno en España de la Tercera del sueco Kurt Atterberg, de quien Rasilainen es su máximo campeón mundial. Las citas, mañana en Pontevedra y el viernes en Coruña.

Descubrir a Pfitzner
La Orquesta del Teatro del Liceo, baza esencial en la institución desde que la cogiera en sus manos, en el proceso de reorganización, Uwe Mund, vive ahora una buena época -en espera todavía de una mejora más clara- de la mano de su actual titular, Bertrand de Billy. En la temporadilla programada en paralelo a la operística, se anuncia para el viernes un concierto con obras de Wagner, Beethoven y Pfitzner. El interés fundamental recae en este último, un germanista en toda regla que vivió entre 1869 y 1949, defensor de las esencias teutonas, opositor a la música de vanguardia, acérrimo enemigo de Strauss y sobre todo de Schünberg. Su música no ha llegado sin embargo a ser muy conocida fuera de Alemania si se exceptúa quizá su ópera Palestrina. En esta sesión se presenta su Concierto para violín, con Rainer Köchl, concertino de la Filarmónica de Viena, como solista.

Idomeneo y Domingo
Uno de los personajes favoritos de Plácido Domingo es el que da título a la ópera de Mozart Idomeneo, re di Creta, una pieza que en los últimos años ha conseguido un lugar importante en los escenarios a la misma altura de la trilogía Da Ponte o de la Flauta Mágica. El tenor madrileño vuelve esta tarde al Metropolitan con el morbo añadido de constatar cómo va su salud después de los desfallecimientos en el Otello de la Scala. Partiendo de la veterana producción de Jean-Pierre Ponnelle, con el maestro James Levine en el foso -considerado como un mozartiano a la antigua-, el interés principal de estas representaciones viene de la presencia de la mezzo Anne Sophie von Otter como Idamante, un papel de entidad en el que puede ofrecer lo mejor de su hermoso timbre. Junto a las dos estrellas se unen las por aquí desconocidas Hey-Kyung Hong y Alexandra Deshorties.

Periplo americano de la OBC
El escenario del Dade County Auditorium de Miami será hoy testigo del inicio de la gira que la Orquesta Sinfónica de Barcelona emprenderá por ocho ciudades de la costa oeste de Estados Unidos, incluidas Orlando, Sarasota o Washington, para concluir el próximo 1 de febrero en el Carnegie Hall de Nueva York dentro de su Festival Internacional de Orquestas. Al frente del conjunto catalán estará el norteamericano Lawrence Foster, quien ha elaborado un programa de marcado carácter español. Así, se incluyen obras de Falla, El sombrero de tres picos, Roberto Gerhard, Concierto para orquesta, Jacques Ibert, Concierto para flauta, Xavier Montsalvatge, Partita 1958, o el Concierto de Aranjuez de Rodrigo con Eliot Fisk y Emmanuel Pahud como solistas. El próximo verano actuará en el Concertgebouw de Amsterdam y en los Proms londineneses, en lo que será la despedida de Foster de la titularidad de la OBC tras cuatro años de empeño de dotar a la orquesta de proyección internacional.

Asier Polo, a la última
Asier Polo, ese excelente violonchelista bilbaíno, está haciéndose muy justamente un nombre gracias no ya a su solvencia técnica, a su bello sonido -un punto falto de cuerpo-, a su respetuoso pero nada académico fraseo, sino a que aplica esas facultades a un repertorio ecléctico que mira con frecuencia a lo contemporáneo. Pocas semanas atrás le aplaudíamos en Madrid interpretando el Concierto como un divertimento de Rodrigo. Ahora habrá ocasión de hacerlo en Asturias, concretamente en Gijón (Teatro Jovellanos, día 24) y en Oviedo (Auditorio Príncipe Felipe, 25) versionando el Concierto de Bernaola, una partitura que él estrenó en Granada y que ha paseado ya por diversas localidades con indudable éxito. Se trata de una obra valiosa, bien construida, en la que el compositor, paisano del instrumentista, puso en marcha los numerosos resortes de su inspiración hasta conseguir una adecuada combinación de timbres y un discurso de magnífica coherencia, que se deja escuchar con mucho gusto. La doble sesión se completa con El color del cuarzo, de la compositora madrileña Zulema de la Cruz, muy apreciada en el Principado, así como con fragmentos de la música incidental que compusiera Beethoven para ilustrar el Egmont de Goethe, canto a la libertad de un país oprimido por el yugo del imperio español. La Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias será dirigida por el chileno Maximiano Valdés, su titular desde hace unos cuantos años.

Bruckner Inmenso
aunque la peculiar presencia de Lorin Maazel en el foso del Teatro de la Zarzuela tiene más morbo mediático, sin embargo, el caprichoso director franco-americano saldrá de éste e inmediatamente se pondrá al frente de la Philharmonia londinense en gira por nuestro país que recorrerá desde el próximo domingo, Murcia, Zaragoza, Barcelona y Oviedo, con la interpretación de la extraordinaria Octava Sinfonía de Bruckner, la más ambiciosas entre las composiciones instrumentales del creador austríaco y donde podrán lucirse las calidades tímbricas del conjunto londinense y el arte de su batuta. En Barcelona, hará dos de las sinfonías de Brahms.