Image: La ABAO amplía su repertorio

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Música

La ABAO amplía su repertorio

19 septiembre, 2002 02:00

Escena de Turandot, una coproducción con el Liceo

El 21 de septiembre se alza el telón en la temporada del Palacio Euskalduna de Bilbao con Turandot. Seis óperas de muy distintas estéticas se sitúan en el cartellone de la ABAO coincidiendo con el cincuentenario de la asociación vasca que se celebrará el próximo mes de abril con el reestreno de Zigor de Francisco Escudero. El imparable aumento de su público la ha convertido ya en la tercera pata de la vida lírica española, junto al Real y el Liceo.

Es indudable que, a tenor de la programación que nos ocupa, la ABAO ha avanzado en la ampliación del repertorio, pero falta aún el salto a las obras más contemporáneas o rupturistas, cosa difícil de hacer en una selección de tan sólo seis títulos. Aunque tampoco está bien resuelto en temporadas de más campanillas.

El romanticismo alemán está representado por la cuarta ópera de La Tetralogía wagneriana, que concluye este año. El ocaso de los dioses (octubre) emplea también, como las tres anteriores, una producción de la ópera de Ginebra, firmada por Patrice Caurier y Moshe Leiser. El reparto, que junto con la Sinfónica de Bilbao, será dirigido por el artesanal y algo cuadriculado Gönther Neuhold, cuenta con algún nombre relevante: El gigantesco y potente, bien que un tanto destemplado, Heikki Sukiola, la entonada Nadine Secunde, el pétreo, ya en horas bajas, Kurt Rydl...

Italianismo puro
La veta romántica del italianismo más puro aparece en los neobelcantistas pentagramas de la belliniana Norma (enero), en cuyo exigente papel principal se podrá ver a la otrora soprano lírico ligera coloratura June Anderson, alejada, pese a la mayor dimensión de su voz, del talante trágico que precisa la sacerdotisa de Irminsul. Adalgisa será la aceptable rossiniana Sonia Gannasi y Pollione el puertorriqueño César Hernández, de timbre fundamentalmente lírico; inapropiado para una parte destinada a un tenor oscuro, un antiguo baritenore. Pero así están las cosas hoy. El competente Marcello Panni gobernará el foso y Alberto Fassini la escena en esta producción del Regio de Turín.

El romanticismo, o tardorromanticismo de estirpe francesa se ofrece en uno de los dos títulos más célebres de Massenet, Werther (noviembre), que tiene como protagonista al cuidadoso y elegante, pero también algo artificioso, Giuseppe Sabbatini, a quien acompañan la Charlotte de Katharine Goeldner y la Sophie de la prometedora Sabina Puértolas. Marco Boemi empuña la batuta en la producción del desaparecido Beni Montresor para el Carlo Felice de Génova.

Uno de los espectáculos más interesantes es el organizado en torno a la Alcina de Haendel (febrero), una de las más brillantes y relampageantes obras del barroco. Hay cantantes de fuste, avezadas en estas difíciles lides, como la eslovaca Luba Orgonasova o la americana Jennifer Larmore, a las que se une la soprano española María José Moreno. El especialista francés Christophe Rousset se sitúa en el foso junto a sus ya célebres Les Talens Lyriques. La producción es de la English National Opera diseñada por David MacVicar.

Princesa de hielo
El verismo se instala en los pentagramas de Turandot de Puccini. La Princesa de hielo vendrá incorporada por la robusta americana Alessandra Marc, de timbre acerado y penetrante. El ya veterano Ignacio Encinas, de instrumento lírico-spinto de evidente contundencia, bien que no siempre emitido con el temple y la afinación adecuadas, será Calaf, mientras que Liu está encomendada a la irregular tolosarra Ainhoa Arteta. El solvente Stefan Anton Reck es la autoridad musical de este montaje de Nuria Espert en coproducción con el Teatro del Liceo.

Cierra la temporada una obra de corte nacionalista, Zigor (abril), una obra de los años sesenta del siglo XX de Francisco Escudero, músico guipuzcoano recientemente desaparecido. Es una epopeya de signo histórico que sabe combinar con habilidad musical y dramática los aires populares y danzables de la región. Encontramos aquí de nuevo a Arteta y Encinas, cortejados por otros sólidos y experimentados nombres de nuestra lírica actual. El practicón Antonello Allemandi estará a cargo de la parte musical. La producción, encomendada a Emilio Sagi, es de la propia ABAO.