Image: Ibermúsica apuesta por lo seguro

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Música

Ibermúsica apuesta por lo seguro

Marriner, Previn, Temirkanov, o Jansons entre los nombres de la temporada

3 octubre, 2002 02:00

Riccardo Chailly

El 9 de octubre se abre la temporada de Ibermúsica con la la Sinfónica de Milán que dirige su titular, Riccardo Chailly, formación que ofrecerá dos programas distintos. A lo largo del próximo curso las grandes estrellas habituales del ciclo que dirige Alfonso Aijón volverán a Madrid. Entre reconocidos maestros como Previn, Marriner, Barenboim, Temirkanov, Harnoncourt o Jansons, destaca el debut en Madrid de Mei-Ting Sun.

Pagar 1.190 euros o, lo que es lo mismo, 198.000 pts. por un abono de 12 conciertos, es decir, 99 euros -16.500 pts.- por cada uno, cuando lo que se ofrece es de calidad no parece hoy en día demasiado; sobre todo si se trata de una oferta de una empresa privada como la veterana Ibermúsica que dirige Alfonso Aijón. Cierto es que no todas las sesiones programadas -24 entre los dos abonos, serie Arriaga y serie Barbieri- tienen la misma altura ya que se combinan orquestas de primerísima como la del Concertgebouw o la Filarmónica de Berlín, con otras si no de medio pelo, sí al menos de orden secundario, como las Sinfónicas de Milán o Jerusalén; o donde se alternan batutas de rango como las de Chailly, Harnoncourt, Barenboim o Jansons con otras en principio más modestas, así las de Foster, Metzmacher o Vedernikov.

Ciclo de entidad
Pero no es menos verdad que en su conjunto el nuevo ciclo anunciado, que comienza el miércoles, tiene entidad; aunque haya también más conciertos de solistas, que ayudan a aliviar las arcas de la empresa por su menor coste.

En fin, son elucubraciones que se han hecho y se hacen cuando se preparan y venden series musicales de este tipo. Hay que reconocer que sin esta oferta habría sido muy difícil ver en Madrid a artistas y agrupaciones de tan alto calibre. Sin duda entre éstas, aparte las citadas, figuran la Royal Philharmonic Orchestra, la London Philharmonic y la London Symphony, tres de las grandes formaciones sinfónicas londinenses, que serán dirigidas respectivamente por el siempre inquietante, pero algo desigual, Yuri Temirkanov (Ravel, Bruch, Elgar), el prometedor, aún por confirmar calidades y sensibilidad, Metzmacher (Wagner, la infrecuente nº 4 de Shostakovich) y el hoy aclamado, puede que demasiado -particularmente cuando se sitúa fuera del barroco o del clasicismo- John Eliot Gardiner (Britten, Debussy, Prokofiev).

Apuntenos asimismo a la Staatskapelle de Berlín que, con su titular, que lo es de la ópera de la misma ciudad, Barenboim, acomete el ciclo de sinfonías de Schumann; a la Sinfónica de Pittsburgh con el hoy avasallador y disputadísimo Mariss Jansons (Bartók, Bruckner; Bethoven, Bernstein, Ravel) que, como figura protagonista de la serie, se pone también ante la Filarmónica berlinesa para otros dos conciertos (Beethoven, Dvorák; Mendelssohn, Shostakovich); o a la histórica Academy of St. Martin in the Fields bajo el gobierno del pianista Murray Perahia (Mozart, Mendelssohn, Bach, Beethoven).

Infrecuente Dutilleux
Hay que citar igualmente junto a estas agrupaciones a la de Cadaqués, con Marriner (Balada, Berlioz, Haydn), a la Filarmónica de Oslo con Previn, que pone en atriles la poco frecuentada Sinfonía nº 2 de Dutilleux, Le double, situada junto a la algo plúmbea Segunda de Rachmaninov. También aparece el nombre de este compositor en el concierto de la Orquesta y Coro del Bolshoi a las órdenes del mencionado Vedernikov, que incluye la sinfonía coral Las campanas de ese músico al lado de la cantata Juan Damasceno de Taneiev. Muy apetecible la sesión de la Mahler Chamber Orchestra al mando de una de las presuntas jóvenes luminarias de la dirección actual, Daniel Harding (Stravinski, Rameau, Dvorák) y de sumo atractivo romántico la propuesta de Harnoncourt, cada vez más asentado en el repertorio del XIX, con Concertgebouw: Obertura en estilo italiano y Novena Sinfonía de Schubert, Obertura, Scherzo y Finale de Schumann.

No se puede olvidar la presencia del siempre gratificante Christian Zacharias en su cometido de pianista y director al frente de su Orquesta de Cámara de Lausana (Mozart, Schubert, Schubert/Webern). En el capítulo solista subrayemos la participación de Midori y Pinchas Zukermann (programa Brahms), de los pianistas Bruno Leonardo Gelber y Mei-Ting Sun y, sobre todo, del barítono Thomas Quasthoff (con Charles Spencer).