Image: Pócker de batutas

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Música

Pócker de batutas

El Festival de Canarias reúne a los mejores directores

2 enero, 2003 01:00

Daniel Barenboim

El lunes 6 de enero se inicia en Santa Cruz de Tenerife la XIX edición del Festival de Canarias, la cita musical más importante del invierno español. Entre la acumulación habitual de figuras, destaca la presencia de grandes batutas, con nombres como Barenboim, Muti, Chailly o Bychkov. También son de resaltar los estrenos: Hoch-Zeiten de Karlheinz Stockhausen, escena final de su Domingo de Luz, y las Variaciones Sinfónicas del creador catalán Joan Guinjoan. Esta edición se cerrará con la culminación de la Tetralogía de Wagner, bajo la dirección de Víctor Pablo Pérez y junto a la Sinfónica tinerfeña.

La decimonovena edición del Festival de Canarias posee luces especiales. Los pilares en los que se basa son los ya conocidos, y en ocasiones discutidos: conjuntos sinfónicos y batutas de prestigio; prudente pero innegable llamada a lo nuevo (que podía ir más allá convocando no sólo a los consagrados); algunos relevantes solistas; ópera en versión de concierto; orquesta residente... Todo ello se mueve gracias a un presupuesto muy crecido, el más alto de nuestros festivales internacionales, incrementado por los desplazamientos. Como es lógico, de la substanciosa programación sólo disfrutan las dos grandes islas... El Festival es como es desde el principio y parece que no puede ser de otra manera: tan conectada a su vez con la forma de ser, entusiasta y porfiadora, tenaz y ardorosa, de su primer y único director, Rafael Nebot.

La muestra, que se halla integrada en la SOCAEM, Sociedad Canaria de las Artes Escénicas y de la Música, corre este año entre el 7 de enero y el 13 de febrero. Lo primero que debemos señalar es la nueva estancia, en calidad de residente, de la Orquesta del Concertgebouw de Amsterdam, que ofrece, en cuatro sesiones -ocho, como en todos los casos, teniendo en cuenta que se hacen por partida doble, en Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife-, un ciclo Brahms compuesto por las cuatro sinfonías, los dos conciertos para piano (con dos solistas acreditados como el judío ruso Yefim Bronfman y el más veterano brasileño Nelson Freire), la Obertura Trágica y las Variaciones sobre un tema de Haydn. Al frente, el que ha sido su titular durante los últimos catorce años, Riccardo Chailly, un músico firme, de sorprendente y provechosa evolución. Está por ver lo que su estilo decidido, voluntarista, no siempre refinado, puede hacer con los pentagramas brahmsianos.

Barenboim humanista
Parece más claro, sin embargo, lo que el humanista Daniel Barenboim, que tanto gusta de profundizar en la tradición germana, ha de extraer de los tan románticos que pueblan las cuatro sinfonías de Schumann, un ciclo que ofrece en dos conciertos con la Staatskapelle de Berlín (la orquesta de la ópera que dirige) tras haberlo recreado en Madrid para Ibermúsica. El temple cálido, la irregularidad, a veces algo espasmódica, de la batuta, es posible que se adapten al sinfonismo poético y fervoroso del compositor. Como el estilo elocuente, intenso pero más bien extrovertido, de Semyon Bychkov ha de acoplarse al gigantismo un tanto huero y repetitivo de la Sinfonía nº 7 Leningrado de Dmitri Shostakovich. Cuenta con los buenos mimbres de la Orquesta de la Radio de Colonia, que desarrolla uno de los programas de mayor interés, con una sola obra: Hoch-Zeiten, quinta escena de la inacabable y monumental ópera de Karlheinz Stockhausen, Domingo de Luz, que ha ido encargada justamente por el festival y que dirigirá el autor; únicamente en Las Palmas el día 2 de febrero: el Teatro Guimerá de Santa Cruz no posee el espacio suficiente para albergar la espectacular propuesta debido a que el original y costoso auditorio todavía está en construcción. Veremos lo que nos brinda esta partitura de uno de los grandes popes de la creación actual, cuya imaginación parece un tanto agostada últimamente. A destacar el otro estreno anunciado, encargo a un músico español, el luchador y espléndido trabajador de la materia sonora que es Joan Guinjoan, que ha escrito para la ocasión unas Variaciones sinfónicas. Las tocará en su primer concierto la Orquesta Bruckner de Linz a las órdenes de Dennis Russell Davies. Hay que resaltar asimismo el concierto del excitante divo que siempre resulta ser Riccardo Muti, que interpreta, con la Orquesta de La Scala, obras de Rossini, Stravinski y Schubert, y la versión concertante de El ocaso de los dioses, cuarta ópera de La Tetralogía wagneriana, por las manos clarificadoras de Víctor Pablo.

Cantantes de mérito
En el reparto, algunos cantantes de mérito, nada excepcional (la crisis en este repertorio es galopante) entre los que destacan Jon Fréderic West, Alessandra Marc, Hans Tschammer y Oskar Hillebrandt. También es Víctor Pablo el que abre el certamen; con el Requiem de Giuseppe Verdi, obra que tiene bastante ahormada. A señalar la participación del Coro Filarmónico de Londres y de un equipo solista apañado, con Petra Lang, Johan Botha y René Pape, y la novedad de María Bayo, que parece empeñada en afrontar partes de soprano spinto, en principio alejadas de una voz eminentemente lírica. En fin, habrá que ver.

Podemos hacer referencia para cerrar esta breve crónica a la presencia de la espléndida violinista que es Viktoria Mullova, de la que hablábamos en estas páginas no hace mucho, que hace un concierto con Katia Labèque, y de la actuación de un liederista de raza cual es el barítono alemán Dietrich Henschel. Tomás Marco recibe, algo a trasmano, un nuevo homenaje pos sus 60 años de vida: Manuel Escalante tocará su obra pianística.

Anotemos por último la vuelta a su tierra del veterano tenor grancanario Suso Mariategui, que cantará una obra muy apropiada a su sensibilidad: la Serenata para tenor y trompa de Britten. Tiene el soporte de la Camerata de Oslo dirigida por Stephan Barrat-Due, que toca también páginas de Mozart, Prokofiev y Bartók.


Las citas de esta edición
Réquiem de Verdi. María Bayo, Petra Lang, Johan Botha, René Pape. Sinfónica de Tenerife. Víctor Pablo Pérez. 7 y 9 de enero.
Royal Concertgebouw Orchestra de Amsterdam. Yeffim Broffman, Frank Peter Zimermann, Nelson Freire. Riccardo Chailly. Obra sinfónica y concertante de Johannes Brahms. 27 de enero-3 de febrero.
Staatskapelle de Berlín. Daniel Barenboim. Integral de las Sinfonías de Robert Schumann. 10-14 de enero.
Orquesta Filarmónica de Gran Canaria. María Bayo. Adrian Leaper. El burgués gentilhombre de R. Strauss, Cinco Canciones Negras de X. Montsalvatge, Harold en Italia de H. Berlioz. 16 y 17 de enero.
Homenaje a Tomás Marco. Integral de la obra para piano. Manuel Escalante. 20 y 21 de enero.
WDR Sinfonieorchester Küln. Karlheinz Stockhausen, Semyon Bychkov. Hoch-Zeiten, estreno absoluto de Stockhausen. Séptima Sinfonía Leningrado de Dmitri Shostakovich. 28 de enero-2 de febrero.
Dietrich Henschel, barítono. Shinya Okahara, piano. Liederkreis op. 39 de Robert Schumann, Vier ernste Gesänge op. 121, Acht Lieder op. 57 de Johannes Brahms. 7 y 8 de febrero.
Viktoria Mullova, violín. Katia Labèque, piano. Tres romanzas op. 22 de Clara Schumann, Sonata de R. Schumann, Fantasía en do mayor de F. Schubert y Sonata en sol mayor de M. Ravel. 10 y 11 de febrero.
Orquesta Filarmónica de La Scala de Milán. Riccardo Muti. Guillermo Tell de G. Rossini, El beso del hada de I. Stravinki, Sinfonía nº 9, La Grande, de F. Schubert. 12 y 13 de febrero.
Bruckner Orchester Linz. María Orán. Tzimon Barto. Dennis Russell Davies. Variaciones para Orquesta de J. Guinjoan, Seis Lieder de A. Schoenberg, La Valse de M. Ravel, Rapsodia sobre un tema de Paganini de S. Rachmaninov, Sinfonía nº 3 de A. Bruckner. 9- 12 de febrero.
R. Wagner: Gütterdämmerung. Jon Frederic West, Alessandra Marc, Eike W. Schulte, Hans Tschammer, Oskar Hillebrandt, Elisabeth Whitehouse. Coro Filarmónico Eslovaco. Orquesta Sinfónica de Tenerife. Víctor Pablo Pérez. 13 y 16 de febrero.