Image: Revive el mito de José Serrano

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Música

Revive el mito de José Serrano

El Palau rescata La venta de los gatos y la Zarzuela programa sus sainetes

2 octubre, 2003 02:00

José Serrano

El 9 de octubre se podrá asistir en Valencia a la recuperación de La venta de los gatos, ópera de José Serrano. Su nombre vuelve este curso a la actualidad. En abril de 2004, Nieva presentará en la Zarzuela dos de sus mejores sainetes.

El reestreno de la ópera en dos actos La venta de los gatos de José Serrano (1873-1941), es todo un acontecimiento que nos permitirá recuperar parte de la memoria de este dotado músico. Cuenta con un libreto de los hermanos álvarez Quintero, basado en una leyenda trágica de Bécquer y pertenece a un género que apenas cultivó. Sí hizo suyo, por ejemplo, el del sainete. Y a esta forma teatral pertenecen las dos obras que se representarán en el Teatro de la Zarzuela de Madrid en abril y mayo de 2004: La mala sombra y El mal de amores.

Serrano fue, como Guerrero, hijo de director de banda; con él inició su aprendizaje en eso de la solfa. Se cuenta que a los doce años tocaba ya con soltura la guitarra y el violín. En Valencia estudió con Salvador Giner y a los dos años cansó y se marchó a Madrid con la esperanza de conseguir una beca para el Conservatorio. Los pasó muy mal hasta que los hermanos Quintero le proporcionaron un libreto para un entremés, El motete, que se estrenó con éxito en 1900 introduciéndolo en el éxito.

La música de Serrano se basaba en una melodía "de forma y construcción perfecta", señalaba Matilde Muñoz. Algo reconocible a poco que se escuche cualquier composición del autor de Sueca. Melodía amplia, de línea frecuentemente italianizante, sometida a un diatonismo muy férreo. La orquesta era en estos casos, como es lógico, un mero soporte tímbrico y armónico de las voces. La utilización de esquemas, de fórmulas repetidas fue envolviendo a la música de Serrano de una indiscutible banalidad, apreciable, sobre todo, en sus piezas revisteriles. Pero tenía un excelente olfato teatral, que le hacía ver qué era conveniente para proporcionar unidad y fluidez dramática a sus composiciones.

Instinto infalible
Su instinto era infalible a la hora de revestir de toques casticistas, regionalistas y aún nacionalistas a su música, que él sabía adornar con ritmos, acentos y temas de carácter popular, generalmente estilizados. Una frase de Amadeo Vives revela la importancia que tuvo el compositor de Sueca y al tiempo señala sus insuficiencias: "Si Serrano supiese algo más que solfeo, ningún músico comería en España; sólo él". No está nada mal que, para completar esa imagen de Serrano, que tan peligrosamente toca a veces lo sentimental y roza quizá lo cursi, podamos acercarnos a esa nonata experencia operística, que el autor fue elaborando entre 1902 y 1909 y que abandonó más tarde, al parecer porque había situaciones dramáticas que no terminaban de funcionar. Sólo en los últimos días de su vida retomó sus apuntes, en los que faltaba prácticamente toda la instrumentación.

Fue Enrique Estela quien la estrenó en Valencia, el 24 de abril de 1943. En otoño de ese mismo año la obra se pondría en el Teatro Madrid de la capital de España. Se trata en la obra un asunto de amores imposibles: hija inclusera que va a dar a un ambiente gitano que no es el suyo; padre aristócrata que la encuentra y que le prohíbe todo contacto con ese mundo y con el amor que en él ha nacido. La historia, de signo muy verista, acaba mal. La revisión musical ha sido realizada por César Aliag para el ICCMU.

María Rodríguez, Alicia Nafé, Javier Palacios e Ismael Pons son los principales protagonistas vocales. Actuarán en el Palau con el Coro de la Generalitat y la Orquesta de Valencia en versión de concierto dirigida por García Asensio.