Image: Gran duelo de sopranos

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Música

Gran duelo de sopranos

Ana María Sánchez canta Desdémona y Blancas, Manon

12 febrero, 2004 01:00

ángeles Blancas en el montaje de Manon que se verá en Jerez. Foto: Carlos Gutiérrez

Dos cantantes españolas luchan de norte a sur esta semana por el protagonismo lírico. Ana María Sánchez interpreta el papel de Desdémona en el Otello bilbaíno mientras que ángeles Blancas se meterá en la piel de Manon de Massenet en el Teatro Villamarta de Jerez.

Afortunadamente, cada vez son más los cantantes españoles en liza, aunque algunos, como decíamos aquí hace quince días, no sean requeridos en nuestras principales plazas con la frecuencia que debiera. Si en aquella ocasión singularizábamos un estado de cosas en la soprano María José Montiel, ahora queremos hablar de otras dos artistas, ambas de indudables méritos y, al contrario que aquélla, habitualmente protagonistas de nuestras temporadas líricas.

Y está bien que lo sean, porque son cantantes de valía, bien que de rasgos y cualidades distintos. La primera, la levantina Ana María Sánchez, conocida en nuestros mejores teatros, se ha hecho, tras un tardío inicio de carrera, un sitio importante en el panorama de las sopranos líricas de cierta anchura. Su robustez vocal le permite acometer partes para las que su instrumento no es el más adecuado, pero que ella resuelve con criterio, con aplicación de una sólida base técnica y con musicalidad nunca forzada.

Instrumentos que escasean
Los instrumentos más grandes, de lírico-dramática o de dramática de tintes bellinianos, escasean, y los que hay no poseen las calidades tímbricas del de Sánchez, a la que, por poner algún pero, le falta un metal más penetrante, un mordiente más definido y un mayor desahogo en la zona más aguda. Será seguramente, tras el buen éxito de su Tosca del Real, una muy aceptable Desdémona en el Otello que prepara la ABAO y que se presenta, con producción del San Carlo de Nápoles, en el Euskalduna este próximo sábado. La habilidad de la soprano para frasear y matizar, para colorear y hacer de su canto una línea flexible y cálida pueden otorgar al personaje verdiano un inusual lirismo interiorizado. Tendrá a su lado, como Otello, al tenor de Turkmenistan Andrej Lantsov y como Iago al barítono Anthony Michaels Moore. El solvente y práctico Antonello Allemandi estará al frente de la Sinfónica de Bilbao.

Dirigimos ahora la mirada hacia ángeles Blancas, soprano de raza. En un principio la joven se instaló en el lugar reservado a las voces más ligeras dadas su facilidad en la zona sobreaguda y sus habilidades para las fioriture, emitidas con aplomo, aunque sin evitar frecuentes destemplanzas y algunas desafinaciones. Pero la voz y el arte evolucionan por fortuna; como el temperamento y la técnica. De aquel canario flauta se pasó, en el curso de los años, a una voz lírica más asentada, dotada de una emisión bien encauzada; y a una maduración humana. El timbre fue adquiriendo esmalte, la emisión solidez y el color tintes penumbrosos.

Ayudada de una figura esbelta y grácil, la cantante, a raíz de un entonado Elisir d’amore en el Real, ha ido escalando puestos y abriéndose camino en el extranjero. Las últimas actuaciones, tras acometer hace tiempo una Melisande y una Adalgisa (en la versión original de Norma), la han ido modelando y situando en el terreno de las líricas puras; tipo vocal que sin duda corresponde a Manon, que se representa mañana y el domingo en el Teatro Villamarta de Jerez a partir de un montaje del Arriaga de Bilbao. Estará acompañada por el tenor Juan Lomba, un lírico-ligero habitual del coliseo jerezano, y del buen barítono venezolano Juan Tomás Martínez. Dirigirá musicalmente Enrique Patrón de Rueda, con el Coro del Villamarta y la Sinfónica de Málaga.