Image: Estrellas de lo antiguo

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Música

Estrellas de lo antiguo

Ilustres figuras como Haïm, Leonhardt o Gardiner protagonizan La Semana de Música de Cuenca que celebra a Charpentier

1 abril, 2004 02:00

Christophe Rousset, Gustav Leonhardt, Emmanuelle Haïm y Jordi Savall

Ilustres figuras como Haïm, Leonhardt o Gardiner protagonizan la 43ª edición de la Semana de Música Religiosa de Cuenca. En programa, la celebración de los aniversarios de Charpentier y Scheidt.

Esta tarde comienza una nueva edición de la Semana Santa de Cuenca. Anuncia una programación ecléctica y equilibrada, un planteamiento que podrá ser discutido, pero que ofrece una excelente articulación y ordenación de acontecimientos.

Un primer lugar para Hespèrion XXI, que abre mañana la muestra, que junto a la Capella Reial de Cataluña y a las órdenes de Jordi Savall, rinde homenaje a Samuel Scheidt (350 aniversario de su muerte) y a Marc-Antoin Charpentier (300 años de su muerte). El propio gambista da dos días más tarde un recital bajo el sugestivo título de Les Voix Humaines, con músicas varias, entre ellas, las de Sainte-Colombe. Un recital que viene precedido, una jornadas antes, del de otro histórico instrumentista, el clavecinista Gustav Leonhardt (Couperin, Bühm, Krebs, W. F. y J. S. Bach).

El sábado hacen su aparición, con Bach por bandera (Misa en si menor), los célebres conjuntos creados por John Eliot Gardiner, con él al frente: The English Baroque Soloists y The Monteverdi Choir. Y el Miércoles Santo una agrupación hoy muy de moda, impulsada por el nervioso y estimulante Christophe Rousset, Les Talens Lyriques, realizará un vuelo rasante sobre la música sacra de Couperin, Leo y Caldara. Es una auténtica rareza el motete a dos voces O Sacrum Convivium de éste. La Orquesta y Coro del Siglo de las Luces, con Emmanuelle Haïm, centra su actuación en torno al citado Charpentier con el oratorio David et Jonathas.

Monumento religioso
Mientras, a lo largo de la semana, La colombina, un conjunto vocal muy sólido, con horas de vuelo, interpretará, en tres sesiones el Oficio de difuntos de Victoria, un verdadero monumento de nuestra música religiosa, un muestrario de refinadísimos recursos polifónicos. En el campo estrictamente gregoriano, otra agrupación valiosa, Schola Antiqua, que dirige Juan Carlos Asensio, nos ofrece el Triduo Sacro y la Missa in die Sancto Pasquae. El Viana Consort, dirigido por ángel Recasens, nos trae revisiones de obras de Lobo y Anerio.

Importante es la parcela de estrenos, muy cuidada últimamente. Se ha encargado uno de ellos al gaditano José María Sánchez Verdú, que presenta, en los atriles de la Orquesta Nacional Checa (que toca también obras religiosas de Dvorák), Tenebrae (Memoria del fuego). De este compositor se programa otra obra reciente, Arquitectura de la ausencia, que tocará el Octeto Ibérico de Violonchelos de Elías Arizcuren en un concierto en el que hay un nuevo estreno de encargo, de Terry Riley, Archangels. Será curioso comprobar cómo se maneja este antiguo minimalista en una música destinada a once chelos. Al lado, piezas de Bernaola, Luis de Pablo (Eleison, en memoria del anterior) y Xenakis. David del Puerto es el tercer comisionado. Su nueva partitura, Advenit, será estrenada por el Consort de violas de gamba de Mangranet. Dowland y Messiaen completan el programa.

Junto a todo ello, dos conjuntos sinfónicos: la Orquesta de Galicia, con el Coro de la Comunidad de Madrid, dirigidos por Víctor Pablo Pérez, en un programa Mozart cerrado con la Gran Misa en do menor K 427, y la JONDE, a las órdenes de Ros Marbà, que intentará profundizar en ese gran monumento que es la Octava de Bruckner. La Semana concluye con un concierto de Al Ayre Español de López Banzo.