Image: Peralada abre en torno a Dalí

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Música

Peralada abre en torno a Dalí

8 julio, 2004 02:00

Cristina Gallardo Domas protagoniza Madama Butterfly

El 10 de julio comienza la XVIII edición del Festival Castell de Peralada, el evento estival más importante de Cataluña y uno de los más destacados del panorama español. En su centenario, la figura de Dalí se destaca como protagonista con la recuperación de algunos de los telones diseñados por el pintor de Figueras para El sombrero de tres picos de Falla y El café de Chinitas de Lorca. El estreno de la ópera 1714 Món de Guerres por un colectivo de compositores o la representación de Madama Butterfly son algunas de las citas más destacadas de este año.

No hay duda de que el Festival de Peralada está últimamente muy atento a lo nuevo y a las cosas que suceden a su alrededor. Parecía lógico que en el año del centenario del nacimiento de Dalí, la muestra, situada muy cerca del Museo de Figueras, dedicado al pintor, echara su cuarto a espadas en torno a esta figura y evocara su memoria con algo significativo. Lo hace con dos sesiones de danza, que prometen cosas muy sustanciosas. La primera se titula Dalidance y se sirve de músicas de Wagner y Schubert. Las coreografías son de Ramón Ollé y llevan títulos tan significativos como Tristán Loco, Laberinto y Bacanal, que eran los de los espectáculos para los que el artista creó los telones, ahora -y ésta es una de las gracias de la cosa- totalmente recuperados. Como intérpretes principales se desempeñarán el citado Ollé y Rossi de Palma. Xavier Albertí se ocupa de la dramaturgia.

El segundo espectáculo reúne El sombrero de tres picos de Falla y El Café de Chinitas de García Lorca y cuenta asimismo con los telones que Dalí realizara en los Estados Unidos en los años 40, ninguno de ellos presentado en Europa con excepción del alusivo al destinado a la citada Laberinto. José Antonio Ruiz, con su Centro Andaluz de Danza, es el coreógrafo de la primera obra. Lluís Danés es el director de escena y escenógrafo de la segunda, que requiere arreglos musicales de Chano Domínguez y el cante de Esperanza Fernández. Se señala, con razón, que una de las aportaciones fundamentales es en este caso el telón dedicado por el pintor a su amigo Federico García Lorca, que representa a una mujer crucificada con cuerpo de guitarra sin cuerdas.

ópera antibelicista
Es de lo más relevante de un festival que quizá no posee el grado rupturista y original, dentro de la gran amplitud que sus dirigentes quieren otorgarle, del año pasado. Pero, por supuesto, que no se abandona la atención a lo nuevo, de lo que es excelente ejemplo la ópera 1714-Món de Guerres, obra antibelicista de diversos y jóvenes creadores, que se estrena mundialmente. El libreto es de Albert Mestres y la música de Joan Enric Canet, Ximo Cano, Ramón Ramos, Rafael Reina, Josep Vicent y el ya no tan joven Josep Maria Mestres-Quadreny. El citado Vicent, autor de la concepción musical, dirigirá la función en esta versión semiescenificada de Ramón Simó.

En esta parcela figura una de las óperas más desoladas del siglo XX, El caso Makropoulos, una de las mejores obras de Leos Janácek, el compositor moravo de cuyo nacimiento se cumplen 150 años. Es el competente Teatro Hélikon de Moscú con la siempre imaginativa visión escénica de Dmitri Bertman quien llevará a puerto la función con los solistas habituales de la compañía; gente cumplidora y que penetra en las propuestas de este interesante hombre de escena. Una obra verista, Madama Butterfly de Puccini (estrenada en Milán hace cien años), es el siguiente título, puesto en escena por Lindsay Kemp, con las voces de Cristina Gallardo Domas, Roberto Aronica y Giorgio Zancanaro, éste en posesión de una de las mejores voces de barítono de los últimos 30 años, ahora ya en horas bajas. La dirección musical es de Marco Armiliato. Cerrando este capítulo, aunque desde una dimensión totalmente diversa, se presenta la ópera Nacional de China, con la milenaria La diosa del río Lu. Espectáculo servido por un conjunto que tiene sus códigos, sus músicas, sus reglas, pero que es de una profesionalidad y exactitud sensacionales.

Es interesante, por lo novedoso, el ballet La Cenicienta de Johann Strauss II, que exhibirá el Ballet de Cuba, de la mano de Pedro Consuegra y Alicia Alonso. No deja de ser una rareza. Más rutinaria es la presencia de la Orquesta Filarmónica Arturo Toscanini de Parma con su titular Lorin Maazel (Respighi, Dvorák), que permitirá comprobar el estado actual de la formación a las órdenes de una de las batutas más virtuosas del presente. De cierto relieve es el ciclo en torno a jóvenes y valiosos pianistas españoles de hoy: Rosa Torres Pardo (Iberia de Albéniz), Javier Perianes (Blasco de Nebra, Debussy, Falla, Chopin), Miguel Baselga (Schumann, Schubert- Liszt, Barber, Ravel), Iván Martín (Scarlatti, Mozart, Chopin).

Primera aparición
Se anuncia asimismo un recital del bajo-barítono Ruggero Raimondi, con la pianista Ann Beckman. Es la primera aparición del cantante, ya no en sus mejores momentos, en Peralada. Lo hace con un concierto bien planeado que incluye el curioso Bestiario de Francis Poulenc al lado de canciones de Rossini, Verdi y Mussorgski. Dos voces de muy distinto signo ofrecen actuaciones de interés; la primera la de Ute Lemper, una musa del café concierto canalla, trasunto de la mítica Marlene Dietrich, que maneja un instrumento bien trabajado, menos oscuro y ronco que el de la histórica actriz alemana; la segunda es la de Joan Manuel Serrat, que trae el Festival su último espectáculo, ya aparecido en disco, que ha estado paseando arriba y abajo con éxito. Se ha bautizado con el título Serrat Sinfónico y cuenta con la participación de Ricardo Miralles al piano, Roger Bas en la percusión y la Orquesta Sinfónica de Barcelona y Nacional de Catalunya. El arreglista y director es el estupendo músico Joan Albert Amargós.

En otras parcelas, bien integradas en un festival tan multidisciplinar, aparecen igualmente Paco de Lucía, con la música de su último CD Cositas buenas y apoyado en un equipo de instrumentistas formidable, y Woody Allen, con su New Orleans Jazz Band, constituida por músicos de primer orden; mucho mejores que el actor, que es un mediocre clarinetista. Pero sabe rodearse de buena gente que hace un magnífico y exquisito jazz. Los Fisk Jubilee Singers pondrán sus notas cadenciosas cantando negros espirituales. Una sesión, la de este espléndido y antiguo grupo de Godspell americano, que hubo de cancelarse hace dos años por la lluvia.

Destaquemos también y por último el espectáculo teatral sobre La plaça del Diamant de Mercè Rodoreda, en adaptación de Joan Ollé, que dirige la escena, con música de Pascal Comelade y un buen plantel de actores: Mercè Pons, Rosa Renom y Montserrat Carulla entre ellos.