Image: La Zarzuela, de Chapí a Bussotti

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Música

La Zarzuela, de Chapí a Bussotti

Emilio Sagi abre la temporada con el montaje de "La del manojo de rosas" de Sorozábal

9 septiembre, 2004 02:00

Escena de La del manojo de rosas en el montaje de Emilio Sagi

El Teatro de la Zarzuela madruga este año como nunca en la apertura de su temporada, que se abre el 10 de septiembre con La del manojo de rosas de Sorozábal. Es una de las producciones más representativas del coliseo madrileño, realizada por Emilio Sagi y paseada por varios escenarios con éxito. En este curso se presentarán espectáculos novedosos como La venta de Don Quijote, de Chapí, El Retablo de Maese Pedro, de Falla, o el dedicado al creador Sylvano Bussotti con su Passion selon Sade.

Ante la nueva temporada del Teatro de la Zarzuela son muchos los que opinan que el centro debería utilizarse únicamente para servir a nuestro género lírico de la manera más cumplida, sin meterse, como Trujamán, en otros dibujos. Es una opción; y otra la que está prevaleciendo, que supone abrir el coliseo a propuestas líricas de interés.

Como lo posee, no cabe duda, la sesión dedicada a Sylvano Bussotti en noviembre, en la que se reúnen dos obras escénicas de este singular, proteico y potente hombre de teatro y de música florentino. El tradicional y obsesivo autobiografismo, el mágico sentido del color orquestal, la inmersión en las experiencias vividas, características habituales de su estilo, quedarán otra vez puestas de manifiesto en Sylvano Sylvano, Rappresentazione della vita (1931-2003), que, tras su estreno radiofónico en Roma el pasado año, se presenta aquí en escena. El programa se completa con una de sus más célebres composiciones, el llamado misterio de cámara La passion selon Sade, de 1965, una visión muy particular de la figura del escritor francés. Será el propio Bussotti, hábil director de escena y escenógrafo, quien lleve las riendas en coproducción con Música de Hoy y que tienen en el foso a toda un autoridad, Arturo Tamayo.

Retablo de Falla
No desmerece el oportuno programa doble que se anuncia para marzo y abril, con El retablo de Maese Pedro de Falla, obra de 1923 siempre bienvenida, y con La venta de Don Quijote de Chapí, zarzuela de 1902 poco representada últimamente. Lorenzo Ramos es una garantía de eficaz criterio en la dirección musical. La escena es cosa de Luis Olmos, el nuevo director gerente del Teatro. Se trabaja sobre una edición crítica del ICCMU firmada por el competente Moreno-Buendía. El barítono Enrique Baquerizo es el principal protagonista.

Hay otras dos nuevas producciones. La primera es El Asombro de Damasco de Pablo Luna, una suerte de comedieta musical con libro muy gracioso y algo grueso de Paso y Abatí (1916). La solvencia de Miguel Roa -autor también de la revisión musical- como director de foso se unirá a la del fantasioso y ágil Jesús Castejón en la escena. La segunda es La parranda de Francisco Alonso, en la que se canta aquello de "Diga usted señor platero cuánta plata es menester", que hiciera célebre Marcos Redondo; una zarzuela de 1928 con libro de Fernández Ardavín. Moreno-Buendía es asimismo el autor de la edición crítica (un trabajo de 1996). De nuevo Miguel Roa estará con la batuta, mientras que la escena ha sido encomendada a Emilio Sagi, un valor seguro. Cantan Carlos Bergasa, José Julián Frontal y la resuelta y versátil soprano Rey-Joly. El nombre de Sagi aparece igualmente en la inauguración de la temporada, con esa triunfadora puesta en escena, de 1990, en clave de elegante comedia musical, de La del manojo de rosas de Sorozábal, zarzuela de 1934.

Muy de agradecer, en el capítulo de danza, la presencia del Nederlands Dans Theater, que dirige Anders Hellstrüm. Completan este apartado la Compañía Nacional de Danza, que rige Nacho Duato y el Ballet Nacional de España que gobierna Elvira Andrés. Por supuesto, no falta el ya acostumbrado concierto-proyección. En esta oportunidad se ha elegido, con toda lógica, el histórico filme de Pabst Don Quixotte, de 1933. La banda musical, original de Ibert, que compuso cuatro magníficas canciones para Chaliapin, será sustituida por la que, por encargo, está escribiendo Jorge Fernández Guerra, autor ya, en 1986, de una estimable partitura referida a otro mito, el de Fausto, Sin demonio no hay fortuna. El habitual ciclo de lied, junto a la Fundación Caja Madrid, alberga nombres de relieve: Hampson, Urbanová, Gerhaher, Bonney, Kirchschlager, Flórez, Podles, Urmana, Schäfer y Lott.