Image: Flórez no se duerme en Bilbao

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Música

Flórez no se duerme en Bilbao

"La sonnambula" de Bellini en el Palacio de Euskalduna

12 mayo, 2005 02:00

Montaje de La sonnambula. Foto: Gianluca Moggi

[Publicado el 12 de mayo de 2005]

os obras bien distintas coinciden en nuestros escenarios operísticos. Una es romántica, sentimental, una comedia de costumbres, un sencillo canto al amor más cándido: La sonnambula de Bellini, que la histórica ABAO se dispone a exhibir en el Palacio Euskalduna los días 14, 16 y 21 de este mes. De nuevo el astro ascendente y resplandeciente, el peruano Juan Diego Flórez, es el encargado de dar vida al bueno de Elvino. La voz clara, la coloración variada, el brillo del fraseo del cantante convienen perfectamente al papel del enamorado pueblerino. Flórez está en el buen camino de los grandes de la especialidad: Schipa, Borgioli, Tagliavini, Valletti, Kraus…

Al lado del divo estarán en estas representaciones la soprano norteamericana Mary Dunleavy, lírico-ligera con hechuras, que ha cantado ya varias veces en el Liceo, una de ellas la Ofelia de Hamlet de Thomas. El bajo Ildar Abdrazakov, muy activo en nuestros escenarios, será el Conde Rodolfo. En el foso se encontrará Riccardo Frizza, buen músico y plenamente identificado con estos pentagramas. La producción, firmada por Federico Tiezzi, procede del Maggio Musicale Fiorentino.

La otra ópera de la que hemos de hablar es Jenufa, de signo verista, aunque un verismo muy sui generis, ya que fue escrita por el moravo Leos Janácek, uno de los compositores más lúcidos y avanzados de la Europa de los primeros años del XX. La obra, estrenada en Brno en 1904, relata, en un asfixiante entorno pueblerino, el drama de una joven madre, que intenta buscar, con la ayuda de su madrina, una intrigante sacristana, un padre para su hijo natural. No es para echar las campanas al vuelo la presencia en el foso del Liceo, entre el martes y el 5 de junio, de Peter Schneider, un director de cierta eficacia, pero especialmente ayuno de imaginación y de fantasía colorista; tan importante en esta obra. La dirección de escena corre a cargo de Olivier Tambosi, que emplea decorados y figurines de Frank Philipp Schlüsmann, responsables de la producción proveniente de la ópera de Hamburgo. Dos sopranos se alternan en el papel protagonista, la sueca Nina Stemme (futura Isolda este verano en Bayreuth) y la inglesa Amanda Roocroft, voces muy distintas pero artistas de probada valía. Las Sacristanas serán Anja Silja, que ha cumplido ya las 70 primaveras, y Eva Marton, algo más joven pero también en declive. Los otros dos protagonistas son Laca y Stewa. El primero se lo reparten los tenores Jorma Silvasti y Miroslav Dvorsky; el segundo, Pär Lindskog y Peter Straka.