Image: Salzburgo culmina la etapa Ruzicka

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Música

Salzburgo culmina la etapa Ruzicka

21 julio, 2005 02:00

Così fan tutte. Foto: B. Uhlig

El 2 de agosto se inaugura el Festival de Salzburgo. Una nueva edición que llega plagada de figuras y en la que concluye el proyecto del director saliente, Peter Ruzicka. Culmina el ciclo dedicado a los compositores perseguidos por los nazis y se anuncia un nuevo montaje de Mitridate de Mozart.

Peter Ruzicka -cuyo mandato toca ya a su fin- no ha acabado de lograr el proyecto por el que apostó al hacerse cargo del Festival. Pero Salzburgo, junto a Lucerna, continúa albergando lo mejor, lo más granado de la ópera y de la música sinfónica y vocal del orbe veraniego.

De entre las nuevas producciones, destaca poderosamente la reposición de Die Gezeichneten (Los estigmatizados), de 1918, quizá la mejor ópera de Franz Schreker, un estudio sobre la decadencia y la crueldad humanas realizado a través de un lenguaje musical de notable sensualidad; la que habrá de concederle desde el foso Kent Nagano, habituado a partituras de este tipo. La puesta en escena es de Nikolaus Lehnhoff y las voces son las Robert Hale, Michael Volle, Wolfgang Schüne, Anne Schwanewilms, entre otros. Un magnífico reparto, que da lustre al título que cierra la serie de obras perseguidas por el régimen nazi que se han venido representando en el festival.

Dos son las nuevas producciones mozartianas, que se suman a la reposición del montaje de Così. Con ellas se cierra el proyecto Ruzicka. El año que viene, el del 250 aniversario del nacimiento, se repondrán todas. Mitridate, re di Ponto, una ópera seria de casi niñez, tiene a Mark Minkowski en el foso al frente de sus Musiciens du Louvre-Grenoble, en plan de fustigante servidor de una música que todavía giraba en torno a las arias da capo, algunas dificilísimas. Para cantarlas están Croft, Mei y el contratenor Bejun Mehta. Gönter Krämer es el director de escena. Graham Vick se encarga de La flauta mágica, que tiene a Muti como maestro de ceremonias y a Pape, Schade, Grundheber y Keenlyside como oficiantes vocales. La Filarmónica de Viena estará en el foso; al igual que en la reposición del curioso montaje de los Herrmann -en el que las dos hermanas están al tanto del pretendido engaño-, esta vez a las órdenes de Philippe Jordan. Iveri, la navarra Maite Beaumont, Braun, Strehl y dos veteranos como Donath y Allen se harán cargo.

Willy Decker se ocupa de la nueva producción de La traviata de Verdi, que tiene en la hermosa Anna Nebretko a la protagonista de la triste historia. Uno de los tenores de moda, Rolando Villazón, será Alfredo, mientras que Germont estará en la flexible voz de Thomas Hampson. Al lado de estas producciones escénicas se sitúan las más socorridas en versión concertante de otras dos óperas nada despreciables: Mazeppa de Chaikovski, en manos de Gergiev, con sus conjuntos del Teatro Mariinski, y Alceste de Gluck, con Ivor Bolton dirigiendo a la Orquesta del Mozarteum.

En lo sinfónico no podemos aquí más que dar breve reseña de orquestas y directores: Filarmónica de Viena con Thielemann, Gatti, Gergiev y Harnoncourt; Filarmónica de Berlín con Rattle, Concertgebouw con Jansons, Staatskapelle de Dresde con Salonen… En el terreno camerístico tenemos una agradable sorpresa en el pequeño ciclo dedicado a cuatro jóvenes cuartetos de cuerda: el Belcea, el Manderling, el Kuss y el Casals, quizá el más brillante de entre los españoles, que acomete un programa Arriaga, Shostakovich y Schubert (Rosamunda).

Hay, como de costumbre, música bien repartida en las sesiones del Mozarteum y de la Camerata Académica, recitales de pianistas como Volodos, Brendel, Pollini, Schiff, Lang y Pogorelich, y de cantantes de la talla de Bartoli, Goerne, Koch, Schade y Hampson. La parcela de la música contemporánea no tiene quizás la brillantez que tenía con Mortier, pero no deja de ocupar un sitio importante. Se ha configurado un ciclo titulado "Salzburg Passagen", que aglutina hasta ocho sesiones en las que se presentan numerosos estrenos, y se revisan los nombres de clásicos, como Stockhausen.