Image: Mitridate y Pelayo, reyes líricos

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Música

Mitridate y Pelayo, reyes líricos

Dos óperas inusuales en versión concertante

8 septiembre, 2005 02:00

Minkowski en las representaciones escénicas de Salzburgo. Foto: Klaus Lefebrve

Dos inusuales óperas se nos ofrecen estos días en versión concertante. El primero título es, podríamos decir, la gran noticia de inicios de la temporada: el reestreno de Pelagio, de Saverio Mercadante, que viera la luz en el San Carlo de Nápoles el 12 de febrero de 1857. No cabe negar, en efecto, importancia a esta recuperación que ha sido llevada a cabo por el director asturiano Mariano Rivas, con el patrocinio del Ayuntamiento de Gijón y del Gobierno autonómico.

No hay que discutir la relevancia de este excelente hombre de teatro, cultivador de un lenguaje romántico bien diseñado, de estructuras convencionales pero firmes, y autor de óperas prestigiosas como Il bravo o Il regente, esta última anticipo del verdiano Un ballo in maschera. Pelagio, cuyo manuscrito fue devorado por las llamas durante la Segunda Guerra Mundial, desarrolla su trama sobre la figura histórica del gran héroe asturiano de la Reconquista. La fantasía del libretista, D’Arienzo, imaginó un improbable argumento en el que la hija de Don Pelayo, Bianca, que su padre cree muerta, no sólo vive, sino que se ha casado con un rey moro. Habrá que fijarse particularmente en las evoluciones de una música seguramente trazada con oficio y rasgos de inspiración y que dará pie al lucimiento de las voces, que serán, mañana, en el Teatro Jovellanos de Gijón, las de la ucraniana Tatiana Anisimova -una vez que Caballé abandonó el proyecto-, el barítono malagueño y gran estrella Carlos álvarez, y el tenor gijonés Alejandro Roy. Rivas empuñará la batuta frente a ellos, a la Coral Polifónica Gijonesa y la Orquesta del Principado.

El otro plato, evidentemente apetitoso de este fin de verano, es un Mitridate, re di Ponto de Mozart, que traen al Real, este sábado, Marc Minkowski y sus huestes de Les Musiciens du Louvre-Grenoble, batuta y formación que han dado en los últimos años verdaderos ejemplos de cómo hay que afrontar, a día de hoy, la ópera barroca y clásica partiendo de rigurosos presupuestos musicológicos y de acertados planteamientos de ejecución, con nervio, precisión e incontaminado vuelo lírico.

En este concierto madrileño, Minkowski se presenta con el mismo reparto, excepción hecha de un nombre -en la parte de Sifare cantará aquí Ina Schlingensipen en lugar de Miah Persson-, que intervino en las representaciones escénicas de Salzburgo de finales de julio (en la imagen), diseñadas por Gönter Krämer: Richard Croft, Netta Or, Bejun Mehta, Ingela Bohlin, Andrew Tortise y Pascal Bertin. Voces que tienen que vérselas con una escritura trazada por un jovencito de 14 años. Estructura rígida bajo la cual, aquí y allá, asoma el genio.