Música

Mozart entre las cuerdas

Mozart instrumental, camerístico y sinfónico en el Festival de La Coruña

4 mayo, 2006 02:00

Escenografía de Calixto Bieito para The Rake’s Progress

Vuelve el 5 de mayo el Festival Mozart de La Coruña. A pesar de coincidir con las celebraciones del 250 aniversario del compositor, éste sólo aparece entre lo instrumental, camerístico y sinfónico, con solistas de primera fila como Sokolov, Zacharias o Zimmermann. En lo operístico, con cuatro títulos conectados con Don Giovanni, destaca una nueva producción de The Rakes’s Progress, por Calixto Bieito, y el reestreno de Il dissoluto punito de Carnicer.

Este año el Festival Mozart de La Coruña, que empezó siendo básicamente, como su antecesor madrileño, un certamen operístico, con la piedra angular de la música mozartiana, cambia su fisonomía: hay Mozart, pero solamente instrumental, camerístico y sinfónico. La ópera del salzburgués no aparece, lo que es una novedad importante, pero no criticable, aunque no hubieran estorbado un par de títulos del compositor, aun cuando fueran de los menos frecuentados; o que se hubiera planeado una producción especial, singular, con cantantes de primerísima. Nunca estorba la escucha continua de los pentagramas y la observación de la escena de uno de los operistas más extraordinarios de la historia.

La dirección actual, que ostenta Alberto Zedda, ha optado, y esto también es defendible, por situar en los escenarios del Rosalía de Castro y del Palacio de la ópera cuatro títulos de otros tantos autores que conectan con el Don Giovanni mozartiano, pero que son otra cosa bien distinta. La conexión viene dada para tres de estas obras por tener a un libertino, a un conquistador amoroso por protagonista. El uno es, se nos dice en las líneas de presentación del programa, el libertino premiado: Nerone de L’incoronazione di Poppea de Monteverdi (1642).

Gran madurez
Estamos así ante una obra barroca, de una madurez indiscutible, en la que encontramos un tratamiento de los comportamientos humanos admirable y una seguridad de trazo, variedad de situaciones y fijación de caracteres de poderosa modernidad, que, de manera general, en virtud de una inteligente revisión del propio Zedda -que modificaba algunos de los planteamientos del trabajo de Norrington (1974)- se nos hacen más patentes; con la ayuda en este caso de la discutible puesta en escena de Ariel García Valdés, que se pudo ver en el Teatro de la Zarzuela de Madrid en 1999. Hoy todavía se habla acerca de la autenticidad de algunas partes de la composición. Marianna Pizzolato, que ya ha actuado en La Coruña ( de Mahler, por ejemplo) es Poppea, mientras que Nerone es en esta ocasión un tenor, el muy ligero Agustín Prunell. En Madrid esta parte había corrido a cargo de la mezzo Cecilia Díaz, que aquí, curiosamente, canta Ottavia.

El segundo es el libertino castigado: Tom Rackewell de The Rake’s Progress de Stravinski, que goza de una nueva puesta en escena firmada por el polémico Calixto Bieito. Quizá aquí, en esta irónica visión del mundo dieciochesco, tan colorista y tan rectilínea, tan clara y precisa, adornada de una música tan estimulante y evocadora, de tan refinada factura, pueda el agudo regidor dar en la diana. Algo a lo que le ayudarán la escenografía y vestuario de Rifail Ajdarpasic y Ariane I. Unfried. En el foso, el avezado José Ramón Encinar, a quien sin duda han de irle bien las transparentes estructuras de una obra que van a cantar, como Anne Trulove, Lishir Inbar, como Rackewell, James Schaffner y como Nick Shadow, Chester Patton.

Un rossiniano de los últimos años, que ha conocido las mieles del triunfo en Pésaro, como Víctor Pablo Pérez, será el encargado de dirigir musicalmente el tercer título, que nos presenta al libertino burlado, Le comte Ory; es el penúltimo del compositor (1828), quien recoge buena parte de la música de Il viaggio a Reims. Con su Orquesta Sinfónica de Galicia, que es la del Festival, Pérez subrayará el canto florido de Pietro Spagnoli, Susana Cordón, José Manuel Zapata, Marina Rodríguez-Cusì, Simón Orfila, Francesca Provvisionato e Irina Samoylova, un reparto muy apañado. La producción es del festival de la ciudad de Rossini y viene avalada por la firma de Lluís Pasqual.

La gran novedad de la muestra coruñesa es el reestreno del Il dissoluto punito de Ramón Carnicer, una obra importante, potente, rotunda, que pide mucho a las voces. La cuarta ópera de la cita está decididamente emparentada con Mozart, ya que recrea el mismo asunto, incluso con las mismas o parecidas palabras, que recreó el salzburgués en su Don Giovanni; se trata de un drama semiserio de Ramón Carnicer, que ha sido recuperado, de parte del ICCMU, por el musicólogo Ramón Sobrino. Un acontecimiento que corre a medias entre el Festival pesarés y el coruñés. Afortunadamente, se hace con escena, en este caso la de Damiano Michieletto, con lo que se podrá degustar la obra en toda su dimensión. Dos cantantes del este, el tenor Dimitri Korchak para el libertino, y el bajo Wojtek Gierlach para el Comendador, comparten cartel con el Leporello de José Julián Frontal, que aborda el único papel bufo. Don Ottavio es el veterano tenor cordobés Juan Luque, doña Anna Maria dell’Oste y doña Elvira Enrica Fabbri.

Rivales en los atriles
Infrecuente la velada que ofrecerán Isabel Monar, Marina Rodríguez y David Menéndez con partituras a solo y a trío del austriaco y de su rival en la época el valenciano Martín y Soler (200 años de su muerte). Apuntemos sendos recitales de Sonia Ganassi e Isabel Rey. El Festival se extiende asimismo, como ya es costumbre, a la música de cámara defendida por miembros de la Orquesta de Galicia, que han programado algunas sesiones muy didácticas: transcripción para quinteto de viento (de Wendet) de la ópera Una cosa rara de Martín y Soler; transcripción de Don Giovanni para cuarteto de cuerda; diversas arias de concierto de Mozart por María José Moreno, con la ayuda desde el atril-podio de su marido Massimo Spadano. En otro orden de cosas, no podemos olvidar los seis Cuartetos de Bartók por el Cuarteto Keller y una actuación del Grupo Instrumental del Siglo XX con páginas de Durán (obra encargo), Ravel, Schnittke, Cage, Scelsi y Berio.

Como final, hemos de hacernos eco, en el terreno de las actividades paralelas, del encuentro internacional "Ayer y hoy de Don Juan: reflexiones sobre el Don Giovanni", dirigido por Jacobo Cortines, que pronunciará, el 18 de mayo, la lección inaugural: "Don Juan entre la historia y la leyenda". Diversas personalidades españolas y extranjeras han sido elegidas para participar en este foro.


Zacharias-Sokolov, dos visiones al piano
En torno a esta espina dorsal lírica se sitúa una bien elegida serie de conciertos de distinto tipo. Llama la atención la presencia de dos de los más grandes pianistas de la actualidad, el ruso Grigory Sokolov y el alemán Christian Zacharias. Aquél tocará con la orquesta y Víctor Pablo el Concierto nº 23 de Mozart. Su tremenda adustez, y también su infalibilidad, quedarán de manifiesto en el recital con obras de Bach, Beethoven y Schumann. El segundo se lucirá, asimismo como director, en una sesión muy interesante que incluye en sus extremos los Valses nobles y sentimentales de Ravel y Danzas concertantes de Stravinski y en el centro dos conciertos mozartianos, el nº 6 y el nº 19. En su recital, Zacharias hace Mozart, Schubert y Ravel (los Valses en su versión instrumental). Por su parte, Ros Marbà ante su Filharmonía de Santiago monta Bruch (Concierto nº 1 para violín) y Falla (Tricornio) junto a un estreno de Trillo (Divertimento), mientras que Víctor Pablo secunda al notable Franz Peter Zimmermann en los cinco Conciertos para violín de Mozart.